El debate electoral celebrado en la Cadena SER, moderado por Angels Barceló, ha finalizado antes de tiempo tras el anuncio de Ángel Gabilondo y Mónica García de abandonar el espacio tras el enfrentamiento entre Pablo Iglesias y la candidata ultra Rocío Monasterio, tras el cual el líder de Unidas Podemos ha abandonado el debate.
Nos encontramos ante un hecho del que la ciudadanía madrileña debe tomar nota: ni la ultraderecha ni quienes pretenden gobernar con ella no son la solución a sus problemas porque, de ser así, la democracia está en serio peligro. Si Isabel Díaz Ayuso se une a Rocío Monasterio, se generaría un gobierno que basará su agenda en el populismo, en las medidas cimentadas sobre el discurso del odio, la exclusión y la no condena a la violencia ejercida por quienes pretenden que el país se mueva a golpe de amenazas de muerte.
Tras una pausa en el debate, el candidato socialista ha anunciado que abandonaba el debate: «Yo me he quedado por respeto a la democracia y porque el odio no puede silenciar a la democracia. Yo esperaba que el señor Iglesias iba a volver. Ha sido directamente amenazado. Tenemos que estar con los que están amenazados».
Por su parte, la candidata de Más Madrid, Mónica García, ha anunciado lo mismo: «Yo lo siento mucho. Estoy de acuerdo con el señor Gabilondo. Lo que ha pasado aquí es de una extrema gravedad» quien, dirigiéndose directamente a la ultra Rocío Monasterio afirmado que «yo no quiero pasar un minuto más con usted en un plató ni en ningún sitio. Voy a hacer todo lo posible para que usted no llegue a la Puerta del Sol de ninguna manera».
Ante esta situación, el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha pedido a los otros dos candidatos que no se levantaran del debate. Sin embargo, tanto Gabilondo como García han defendido su postura: «No se puede dar un debate cuando alguien te está chillando y apaleando sistemáticamente a la democracia», ha inferido la candidata de Más Madrid.