El resultado electoral de las elecciones de Madrid deja cadáveres políticos –y no sólo el de Pablo Iglesias que no dudó en dimitir– en el camino y nueva etapa para la recuperación de la izquierda en Madrid. No sólo ante Isabel Díaz Ayuso, sino tras 26 años de gobiernos populares donde la corrupción, el liberalismo y el sálvese quien pueda –y si soy yo el primero mejor– han podido sin matices arrasar al progresismo. Es el momento de Yolanda Díaz (de Unidas Podemos) y de Mónica García (Más Madrid).
Pablo Iglesias lo tuvo claro, que nunca da puntada sin hilos, al dejar a Yolanda Díaz al frente de Unidas Podemos en el Gobierno. Ayer mismo, la vicepresidenta tercera del Ejecutivo de España lanzaba un viaje cariñoso y solidario con quien hasta ayer era su jefe de filas, mientras anunciaba que "seguimos construyendo mirando al futuro":
Mónica García
Mónica García, por su parte, sale reforzada como líder de la oposición en Madrid. Aún así, sus 24 escaños están a mucha distancia de Ayuso, que casi la triplica en representación.
Pero la diputada de Más Madrid en la Comunidad de Madrid tiene la oportunidad de crecer políticamente como representante de la nueva izquierda, ésa que no debe rendirse ante un nuevo éxito de la derecha en su comunidad.
«Una noche muy triste para millones de madrileños» con un «único motivo para la esperanza»: Mónica García. Más Madrid resumió así, en un tuit del diputado por este partido, Pablo Gómez Perpinyà, el sabor agridulce que se les quedó en la boca tras confirmarse, por una parte, la arrolladora victoria del PP y, por otra, los resultados de su candidata.
La anestesista supera y hunde como líder de la izquierda a un Ángel Gabilondo que sólo aspira a que pasen cuanto antes estos dos años en la Comunidad de Madrid hasta nuevas elecciones.