A medida que el escrutinio va a avanzando, y ya está al 53,82% las cifras se van acercando a lo señalado por los sondeos: el Partido Popular alcanzaría la mayoría absoluta, puesto que obtendría 55 escaños. Además, a estas alturas del escrutinio, el PP estaría ganando en todas las provincias.
Por su parte, lo que este escrutinio está demostrando es la desmovilización y el alejamiento de la ciudadanía hacia las opciones de izquierda. El PSOE está perdiendo feudos históricos, como Sevilla y Huelva, y obtiene 33 escaños, es decir, iguala el peor resultado de la historia.
La candidatura Por Andalucía, en la que estaban integrados Podemos e Izquierda Unida, suma 5 escaños. Adelante Andalucía, la candidatura de Teresa Rodríguez, obtendría 2 diputados en el Parlamento andaluz. Por tanto, la fragmentación de las formaciones a la izquierda del PSOE provoca la pérdida de 10 escaños.
La extrema derecha, aunque aumenta su representación, no cumple con las altas expectativas de Santiago Abascal y se queda con 14. Mejora resultados pero, a medida que avanza el recuento, se demuestra que Vox podría no ser necesario para la gobernabilidad.
Finalmente, a la mitad del recuento se demuestra la desaparición de Ciudadanos de la primera línea de política y no obtendría ningún diputado.