El Partido Popular ha ganado las elecciones pero ha reforzado a una extrema derecha que ha terminado su discurso con un "Viva Castilla La Vieja", es decir, la denominación de una parte del territorio castellano leonés que le dio el franquismo.
La victoria de Alfonso Fernández Mañueco es muy amarga, puesto que, a pesar de que ha obtenido 2 escaños más, la realidad es que ha perdido más de 60.000 votos en un escenario en el que Ciudadanos, el que podía se su mayor caladero electoral, se ha dejado más de 150.000.
La estrategia planteada desde Génova para adelantar las elecciones en Castilla y León ha sido efectiva desde el punto de vista cuantitativo pero, en realidad, políticamente es un fracaso de Pablo Casado y de Teodoro García Egea. Por un lado, han reforzado a la extrema derecha de Vox, que se ha convertido en la gran triunfadora de la noche electoral.
El partido presidido por Santiago Abascal ha ganado más de 130.000 votos y pasa de 1 a 13 procuradores, lo que le convierte en el partido clave para que Mañueco mantenga la Presidencia de la Junta. Y eso, lo han conseguido sin un candidato fuerte. Por tanto, el PP quería aprovechar las decisiones equivocadas tomadas desde Madrid por el gobierno de Pedro Sánchez y ha visto cómo la extrema derecha es su única muleta para poder mantener el poder, salvo que Mañueco decidiera pactar con el PSOE, algo que es complicado.
La estrategia suicida de Casado y de García Egea de adelantar unas elecciones como herramienta de desgaste para el Gobierno de Sánchez lo que ha provocado es el refuerzo absoluto de la extrema derecha, lo cual es muy peligroso porque está debilitando, poco a poco, las estructuras democráticas y el Estado del Bienestar.
Desde otro punto de vista, el resultado del Partido Popular en Castilla y León ha debilitado al propio Pablo Casado puesto que ha reforzado, además de a Vox, a Isabel Díaz Ayuso en su lucha interna. Aunque han ganado las elecciones, aunque ahora afirmen desde Génova que la convocatoria se hizo para evitar una moción de censura del PSOE, la realidad es que lo que se pretendía era reforzar a Pablo Casado, lo que no han conseguido.
Finalmente, los resultados del PP han podido frenar la convocatoria electoral en Andalucía. Juanma Moreno Bonilla pedía un buen resultado, algo que se ha obtenido y, además, teniendo en cuenta que Vox se ha presentado en Castilla y León con un candidato desconocido y el presidente de la Junta de Andalucía sabe que ese crecimiento de la extrema derecha será mucho mayor con Macarena Olona.