La DANA que ha arrasado con buena parte de la provincia de Valencia y la localidad de Letur en Albacete generó una oleada de responsabilidad ciudadana que ha sido utilizada por la extrema derecha para rentabilizar la tragedia desde un punto de vista político.
Sin embargo, cuando ha llegado la hora de la verdad, la hora de apoyar las ayudas económicas aprobadas por el gobierno, la extrema derecha se ha opuesto.
Se trata del primer paquete de ayudas de 10.600 millones destinados a paliar los efectos de la DANA. Se trata de ayudas directas y medidas fiscales y laborales, además de líneas de avales avalados por el Gobierno para pymes, autónomos y familias para hacer frente a los gastos sufridos por la catástrofe.
Sin embargo, la extrema derecha, que ha hecho bandera política con la DANA y ha implementado un populismo ultra para intentar hacer ver que es necesario destruir el sistema democrático, se ha negado a apoyar las ayudas. El diputado de Vox Pablo Sáez ha dejado clara su postura: «Con este Real Decreto- ley el Gobierno nos presenta un plan de medidas cosmético, engañoso e insuficiente».
Las familias de las zonas afectadas necesitan esas ayudas cuanto antes. Sin embargo, la extrema derecha prefiere que sigan en la situación actual. «Es engañoso porque en caso de inundaciones la cobertura del consorcio es automática, es decir, en nada ha influido el gobierno a este respecto. Se nos presenta un plan insuficiente en ayudas directas a los afectados […] incapaz [por el gobierno] de realizar un análisis pormenorizado de las partidas presupuestarias que podrían dedicarse a dar ayudas directas a los afectados».
La diputada socialista Patricia Blanquer ha señalado que «es rotundamente falso que estas ayudas tengan que devolverse, como algunos malintencionadamente critican. Están exentas de tributación, IRPF e impuestos a sociedades».