Feijóo tiene los días contados si el 9J se convierte en otro 23J

05 de Junio de 2024
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FEIJÓO-CONGRESO DIPUTADOS

A escasos días de que los españoles se citen de nuevo con las urnas para dirimir su representación parlamentaria en la Unión Europea, la pregunta es tan recurrente como necesaria: Si el 9J se convierte en otro 23J, ¿qué? ¿Y si no? Todo pende de un hilo según prácticamente todas las encuestas y, sin duda, las dos formaciones más importantes en liza, Partido Popular y PSOE, intentarán acercar el ascua a su sardina para otorgar la interpretación más beneficiosa para sus intereses partidistas tras el recuento electoral. Pero, más allá de esta tendencia natural, la realidad democrática suele ser inapelable una vez que las urnas hablan. Si el próximo domingo el plebiscito planteado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez abandone la Moncloa le sale rana, no tendrá más remedio que asumir en primera persona las consecuencias de un arriesgado órdago con previsible efecto bumerán que amenaza con repetir la experiencia de las últimas elecciones generales del 23 de julio pasado, donde el PP quedó muy lejos de obtener una mayoría parlamentaria para gobernar, ni siquiera con el apoyo de la extrema derecha.

El 23 de julio pasado, las urnas hablaron en unas elecciones generales decisivas y, a día de hoy, muchos de aquellos actores en liza aún no han sabido digerir la sentencia inapelable de la ciudadanía. No por mucho ruido que se monte alrededor se consigue cambiar el destino que ha deparado una cita democrática con las urnas. Entre aquel “derrocar el sanchismo” y este plebiscito que plantea Feijóo en torno al líder socialista tras la aprobación parlamentaria de la amnistía a los protagonistas del procés catalán no existe diferencia alguna, mucho menos después de reconocer en primera persona que estaría dispuesto a echar mano de Puigdemont y los suyos en caso de plantear una moción de censura al gobierno bipartito de Sánchez. Un enésimo tiro al pie por parte de Feijóo.

Si el domingo el plebiscito planteado por Feijóo para que Sánchez abandone la Moncloa le sale rana, deberá asumir en primera persona las consecuencias de un arriesgado órdago con previsible efecto bumerán

El último giro de guion del PP en esta campaña electoral de las europeas se ha producido tras la oportuna citación judicial preelectoral de la esposa del presidente del Gobierno como investigada para declarar ante el juez Peinado el próximo 5 de julio, dentro de un mes. La amnistía ha desaparecido de cuajo de la hoja de ruta de los populares y en este tramo final de campaña están echando el resto en torno a la figura de Begoña Gómez. La segunda carta a la ciudadanía del presidente del Gobierno ha vuelto a apelar a sus votantes para que se movilicen contra la “política del fango” del PP y Vox, en una estrategia similar a la que se produjo como reacción a la estrategia de “derrocar el sanchismo” que puso en marcha el PP en las pasadas generales.

Las distancias entre populares y socialistas se han estrechado hasta una distancia casi testimonial entre ambos, e incluso el CIS de Tezanos se atreve a dar como victorioso al PSOE el próximo 9J. Si alguno de estos dos escenarios se produce el próximo domingo, qué duda cabe que el futuro político del líder popular podría estar viviendo sus últimos momentos. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ya ha advertido sobre las consecuencias de “repetir los mismos errores” de las elecciones generales. Con ello está prácticamente todo dicho. Ahora más que nunca, y llegados a este punto de polarización, el futuro político de Feijóo está más en manos del juez Peinado que incluso del resultado que arrojen las urnas este próximo 9J.

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