La legislatura se le complica a Pedro Sánchez y la investidura a Salvador Illa con la elección de Josep Rull, de Junts, como presidente del Parlament de Catalunya. El político de Junts ha sido elegido en segunda vuelta por 59 votos a favor contra los 42 con los que ha contado la candidata del PSC, Silvia Panque.
Esta victoria del independentismo catalán se ha producido gracias al acuerdo alcanzado entre el partido de Carles Puigdemont y Esquerra Republicana de Catalunya. Además ha contado con el apoyo de la CUP que, aunque rechaza por convicción todo lo relacionado con la antigua Convervengia Democrática de Catalunya, ha votado a favor de Rull por ser uno de los afectados por la sentencia del procés.
Esta elección abre la puerta para que Carles Puigdemont sea propuesto como candidato a la Presidencia de la Generalitat antes que Salvador Illa. Aunque la aritmética parlamentaria no favorece las aspiraciones del expresidente prófugo, la realidad es que esta situación pone en duda la gobernabilidad de Cataluña y puede dinamitar los apoyos de Pedro Sánchez en Madrid.
Voto delegado de Puigdemont
Carles Puigdemont, Lluis Puig, ambos de Junts, y Rubén Wasenberg (ERC) que se encuentran huidos en Bélgica, han votado por delegación. El presidente de la Mesa de Edad, Agustí Colomines, ha anunciado que permitiría la validez de esos tres votos.
Esto provocó que el portavoz del Partido Popular, Alejandro Fernández, anunciara que llevaría la votación ante el Tribunal Constitucional. En la primera vuelta de la elección de la Presidencia del Parlament, los tres votos fueron introducidos en la urna. Vox realizó una petición de reconsideración de esos votos, que fue rechazada, por lo que el grupo ultraderechista ha anunciado la interposición de querellas por desobediencia y prevaricación.
Hay que recordar que el Constitucional ya había anunciado que anularía los votos delegados siempre que hubieran algún tipo de recurso presentado por los grupos parlamentarios.