Pablo Iglesias Turrión llegó a la política para "asaltar los cielos", pero se ha quedado en el camino. No es cuestión de hacer leña del árbol caído, pero esta salida del recién dimitido secretario general de Unidas Podemos no pilla por sorpresa a nadie, teniendo en cuenta los resultados de estas elecciones.
Iglesias se ha ido retirando poco a poco. Después de acceder al Gobierno, un verdadero éxito para la formación morada, el líder de Unidas Podemos abandonó en primer lugar la Vicepresidencia Segunda, el escaño en el Congreso de los Diputados y todo estaba pendiente de los resultados de las elecciones celebradas hoy.
Esos resultados no han sido buenos para la izquierda porque Isabel Díaz Ayuso ha arrasado. Sin embargo, para Unidas Podemos, el "efecto Iglesias" revitalizó a una parte del electorado logrando 3 escaños más, pero no ha sido suficiente. Iglesias se ha dado cuenta de que su propia presencia en el ámbito político se había convertido en un lastre más que en un activo. Y así lo ha reconocido en la rueda de prensa: "Creo que no contribuyo a sumar", ha dicho.
La salida de Iglesias, precisamente, coincide prácticamente con el décimo aniversario del 15M y lo que se ha demostrado es que los partidos que llegaron para cambiar la política y para terminar con el bipartidismo han perdido a sus líderes por grandes fracasos electorales. En las generales dimitió Albert Rivera y ahora Iglesias.
La derecha y los ultras muestran su odio a Iglesias
Por su parte, la derecha ha reaccionado con alharacas con la dimisión de Iglesias. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha tuiteado "Dos buenas noticias para España en un día. Iglesias ya es pasado en la política española. Mucho que celebrar".
La líder ultra, Rocío Monasterio, ha publicado una foto de Iglesias tras salir del debate electoral en la Cadena SER, con un mensaje: "Cierre al salir", el mismo, por cierto, que publicó el PP de Madrid cuando se produjo el incidente en dicho debate electoral.