Juan Espadas, alcalde de Sevilla y candidato a las primarias del PSOE-A para la Presidencia de la Junta de Andalucía, ha señalado en una reunión con el Consejo Regional de UGT-A que desde el primer minuto se ha visto que el gobierno PP-Cs «está hipotecado por Vox».
Según el dirigente socialista, el Ejecutivo de Moreno Bonilla ha ido negociando hasta ahora con la extrema derecha determinadas medidas. Sin embargo, eso ha cambiado porque el partido ultra le ha querido dejar claro al presidente andaluz que los que mandan son ellos.
Espadas ha declarado que todavía queda un año y medio de legislatura, lo que hace inaceptable que «los andaluces estemos permanentemente sometidos a un pulso de un partido de extrema derecha que se planta en la puerta de San Telmo (sede de la Presidencia de la Junta) a exigir determinados elementos que significan retrocesos claros en derechos de los ciudadanos de Andalucía. No estamos dispuestos a que eso sea así», ha dicho Espadas, quien ha demostrado que no le tiene miedo a la convocatoria de elecciones al afirmar «es preferible que los andaluces sean de nuevo llamados a las urnas».
El alcalde de Sevilla ha afirmado con rotundidad que Moreno Bonilla está obligado a «garantizar una estabilidad parlamentaria que pueda tomar decisiones como las que necesita la sociedad en un momento clave para la recuperación económica, la generación de empleo y la gestión de los fondos europeos. No podemos tener un gobierno hipotecado».
Acto en Dos Hermanas
Ayer domingo, Juan Espadas inició de manera oficial su campaña a las primarias en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Al acto asistieron, entre otros, los secretarios provinciales de Granada, Jaén y Cádiz, además del alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano y de la presidenta de la Diputación de Huelva, María Eugenia Limón, entre otros y otras.
El candidato hizo un llamamiento de unidad y socialismo: «Estamos en un momento en que el partido necesita que demos un paso al frente y yo lo doy porque muchos compañeros necesitamos que el PSOE-A sea más fuerte que nunca y porque los tiempos políticos hacen que la democracia española y Andalucía necesiten más compromiso socialista militante que nunca. El PSOE de Andalucía no puede ser un instrumento de ambiciones personales, sino un proyecto colectivo de sociedad en el que dejarnos la piel».
Por otro lado, Espadas señaló algo muy importante y que en algunas de las altas esferas del PSOE parecen haber olvidado una vez que se ha alcanzado el poder. «Los ciudadanos piden al PSOE un cambio, que nos pongamos las pilas y que seamos capaz de adaptar nuestros discursos y estilo de hacer política para hacer frente a la derecha, que se ha radicalizado».
Un mensaje de cercanía a la ciudadanía, un mensaje impregnado de la ideología socialista que desde la socialdemocracia de Felipe González se olvidó incluso antes de alcanzar el poder en 1982. Así lo refieren los informes que la CIA remitía a la Casa Blanca y que publicamos en exclusiva en Diario16.
El socialismo está ahí, en la gente, en la militancia, en el pueblo, algo que deberían analizar con más profundidad aquellos que fueron puestos al frente de la Fundación Pablo Iglesias, el que debería ser el templo y la salvaguarda de la ideología socialista, pero que últimamente tiene los ojos más en aventuras latinoamericanas en el Caribe que en la aplicación de la ideología a la actividad del partido.
Dirigentes del PSOE como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Santos Cerdán, Vicente Fernández y otros, todos ellos muy amigos de Pineda, la COPE, Humo Negro y Canal Sur, han querido significarse como que son los verdaderos promotores de la candidatura de Juan Espadas cuando, en realidad, el actual alcalde de Sevilla ya demostró con sus propias palabras que no necesita «cuadrilla» para hablar a la militancia e intentar ilusionarla con un proyecto basado en las esencias ideológicas.
Según han manifestado a Diario16 distintas fuentes del socialismo andaluz, en el acto de Dos Hermanas ocurrió un hecho significativo. Gómez de Celis pretendió colocarse en un sitio de privilegio junto a Espadas. Sin embargo, los propios miembros de la candidatura le señalaron que debía ubicarse en otro lugar más apartado porque el sitio que quería ocupar estaba reservado para otras personas, entre ellas, el alcalde anfitrión.