Junqueras abucheado, el independentismo catalán roto

19 de Enero de 2023
Actualizado el 02 de julio de 2024
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cumbre hispano francesa

Puigdemont huyó en el maletero de un coche a Bélgica tras el intento fallido del procés. Oriol Junqueras se quedó para afrontar su juicio por sedición y se zampó tres años y ocho meses de cárcel de los trece a los que fue condenado por el Tribunal Supremo. Ambos personajes son dos caras bien distintas de la historia. Uno vivió plácida y confortablemente en una lujosa mansión de Waterloo y no le faltó de nada, otro comió el rancho de la prisión y alternó con delincuentes a los que incluso dio clases de Filosofía. En un mundo justo, quizá el mundo anterior a la posverdad, el primero habría quedado como un desertor de la batalla que prefirió huir antes que afrontar su responsabilidad mientras el segundo habría pasado a la historia como un héroe. Sin embargo, hemos entrado en una realidad distópica donde los valores se han invertido y todo vale. Hoy mismo, durante los actos de protesta convocados por el mundo soberanista contra la cumbre hispano-francesa celebrada en Barcelona, una parte del independentismo, mayormente los partidarios de Junts y de Puigdemont, han abucheado a Junqueras y lo han insultado gravemente llamándole “botifler (traidor, en catalán). No le perdonan que haya apostado por la vía del diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez ni sus apoyos puntuales, a través de Gabriel Rufián en el Congreso de los Diputados, a sus leyes de reforma y a la estabilidad gubernamental del Estado español. Salvando las distancias, los que hoy maltratan públicamente a Junqueras no se diferencian demasiado de esos militantes de ultraderecha que desprecian a Sánchez como un traidor a la patria y lo vilipendian en los actos oficiales. Está claro que los radicalismos se tocan.

El líder de ERC sabía que no iba a ser bien recibido en la manifestación. No obstante, decidió acudir y aguantar el chaparrón. Junqueras se marchó tras la lectura del manifiesto y de escuchar el himno de Els Segadors, pero varios de los concentrados le siguieron hasta el coche silbándole y al grito de “traidor”, “botifler” y “Puigdemont, nuestro presidente”.

El dirigente de Esquerra había acudido a la concentración escoltado por al menos dos agentes de Mossos d'Esquadra de paisano, que estuvieron a su lado mientras asistió a la protesta y hacía declaraciones a los periodistas. Tras abandonar el acto, y mientras lo abucheaban, los mossos caminaron junto a él hasta el vehículo con el que había llegado y se marchó de la concentración. Fue un espectáculo denigrante que demuestra el grado de división al que ha llegado el independentismo catalán tras el fracaso del procés.

El futuro del independentismo

En declaraciones a la prensa, Junqueras defendió la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en la cumbre hispano-francesa entre Pedro Sánchez y Emmanuel Macron ya que en su opinión hay que aprovechar “todas las oportunidades para reivindicar los derechos democráticos y el derecho del pueblo catalán a decidir su futuro”.

Junqueras asegura que entiende “la posición de todos” ante la posibilidad de que le pudieran abuchear en la concentración como así ha sucedido, pero insistió en que reivindicarán esos derechos donde puedan. “Lo haremos dentro y fuera de esta cumbre”, destacó tras añadir que le convence la posición de Aragonés y también la de la sociedad catalana.

Después de que Sánchez asegurara que el proceso independentista ha terminado, el dirigente soberanista añadió que el conflicto solo terminará cuando los catalanes puedan votar y decidir su futuro en un referéndum. “El conflicto político no ha terminado. Aquí no ha terminado nada porque la represión sigue, y sigue afectando a nuestros compañeros en el exilio, en forma de inhabilitaciones, de persecución y juicios pendientes desde hace años”, afirmó.

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