El líder de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, ha cerrado la puerta a negociar los próximos Presupuestos Generales del Estado con el Gobierno socialista mientras no se resuelva la demanda de una financiación singular para Cataluña. En una entrevista concedida a Catalunya Ràdio, Junqueras reconoció los avances hacia la condonación de parte de la deuda catalana con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), pero subrayó que este gesto no es suficiente para allanar el camino a un acuerdo presupuestario.
“Debemos señalar lo que está en el buen camino y debemos señalar también lo que ni tan solo está encaminado. El modelo de financiación está muy lejos”, advirtió el dirigente republicano.
Un pulso en torno a la financiación
La exigencia de ERC de un modelo propio de financiación se ha convertido en el eje central de la relación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Junqueras recordó que la deuda con el FLA (un mecanismo extraordinario de crédito estatal creado en 2012 para rescatar a comunidades autónomas en dificultades de liquidez) es solo una parte del problema estructural: “El modelo de financiación actual castiga a Cataluña”, insisten desde las filas republicanas.
El líder de ERC hizo un llamamiento a la sociedad catalana para implicarse en esta reivindicación: “Si no solo trabajase ERC, si fuésemos muchos los que trabajásemos para conseguir un modelo de financiación, quizás lo conseguiríamos un poco antes y un poco mejor”.
El factor Montero-Andalucía
Junqueras también señaló un elemento político adicional en las negociaciones: la doble condición de María Jesús Montero como vicepresidenta primera del Gobierno y candidata del PSOE a la Junta de Andalucía. A su juicio, esa circunstancia puede condicionar la capacidad de la ministra de Hacienda para avanzar en un pacto con Cataluña.
Preguntado sobre si ERC confía en Montero para liderar una reforma de la financiación, Junqueras respondió con escepticismo: “No nos podemos fiar de nadie”. Y añadió: “¿Debemos dejar de intentarlo porque sea difícil? No, justamente porque es difícil lo debemos luchar con más intensidad”.
Un escenario abierto
Las declaraciones de Junqueras tensionan de nuevo la relación entre ERC y el PSOE en un momento clave para la legislatura. El Gobierno necesita apoyos parlamentarios sólidos para aprobar sus cuentas, y los republicanos han sido hasta ahora un socio imprescindible. Sin embargo, el mensaje de Junqueras marca una línea roja clara: sin financiación singular para Cataluña, no habrá negociación presupuestaria.
La advertencia llega en un contexto de crecientes presiones internas en el bloque independentista, donde ERC busca mantener un perfil propio frente a Junts y otras fuerzas soberanistas. El pulso por la financiación autonómica, una vieja reclamación del Govern, se convierte así en un campo de batalla que puede definir no solo la relación con Madrid, sino también el equilibrio interno en Cataluña.