Un nuevo encontronazo entre JuntsxCat y ERC a cuenta de la reforma del reglamento del Parlamento. La formación liderada por Carles Puigdemont pretende borrar el punto que dice que un diputado debe dejar temporalmente su actividad si le abren juicio oral por un caso de corrupción.
Protegida
Para los republicanos, detrás de este propósito se encuentra la intención de blindar a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que está siendo investigada por el presunto fraccionamiento irregular de contratos cuando fue directora de la Institució de les Lletres Catalanes. En caso de abrirse juicio oral contra Borrás estaría protegida por este cambio de ley y no debería abandonar su puesto.
Investigada
La investigación a Borràs por su etapa como directora de la ILC se conoció en noviembre de 2018, cuando era consejera de Cultura de la Generalitat. Un año después, cuando ya era diputada en el Congreso por Junts, el caso pasó al Tribunal Supremo, que dijo que la acusaría de prevaricación, fraude, malversación y falsedad, y en mayo del 2020 éste pidió un suplicatorio para investigarla.
Figura clave
La figura de Laura Borrás se ha convertido en el principal baluarte de JuntsxCat. Sus intervenciones como presidenta del Parlament manteniendo a raya a los diputados de Ciudadanos y Vox hacen desatar la euforia en la bancada soberanista. Hasta el punto de fabricar camisetas con algunas de sus frases más celebradas. Como cuando mandó callar al diputado de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, por no saber a qué artículo referirse para pedir la palabra. El ¿Por qué artículo me pide la palabra? se convirtió en una frase mítica. Perder a una personalidad como Borrás supondría para Junts perder una cabeza de la poderosa bicefalia que suponen Puigdemont y la presidenta del Parlament. Así que, cualquier maniobra para protegerla es buena.