La CUP no aprobará de entrada los Presupuestos catalanes de 2022. Los anticapitalistas son el socio prioritario del ejecutivo, pero no darán su aprobado a las cuentas hasta después de este fin de semana en el que las Asambleas Abiertas Parlamentarias de la formación valorarán la propuesta de Presupuestos del Govern. De este modo, las bases deberán tomar una posición que podría dar luz verde a las cuentas o bloquearlas con una enmienda a la totalidad.
A cambio de nada
No es nada nuevo que la CUP someta a votación una cuestión tan importante como los presupuestos, pero el PSC ya ha aprovechado para ofrecerse a negociar las cuentas “a cambio de nada”, según manifestó ayer el diputado del PSC, Raúl Moreno, en rueda de prensa. El representante socialista se dirigió a la figura del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès: "El presidente tiene dos caminos: o bien pacta con los radicales o bien con la centralidad política que representa al PSC", y el diputado de los socialistas continuó recordando el carácter de emergencia que tiene la aprobación de los nuevos presupuestos, ya que los actuales son “prepandémicos”.
Necesidad de acuerdo
Los tres partidos soberanistas deben ponerse de acuerdo si quieren sacar adelante los presupuestos. No les queda otra, ya que solo sumando los votos de ERC, JuntsxCat y la CUP el independentismo logra la mayoría. En el acuerdo de investidura, ERC y la CUP acordaron un pacto del que posteriormente Junts no quiso saber nada. Las mayorías mandan y los de Puigdemont entraron en el gobierno después de negociar con los republicanos.
Exigencias de la CUP
Pero quien tiene la sartén ahora por el mango es la CUP. Los antisistema no tienen nada que perder, ya que son conscientes de que la hoja de ruta de: “referéndum y amnistía” es improbable a corto y medio plazo. Da igual si los presupuestos se aprueban con su apoyo o con el del PSC y los Comunes. Lo que sí que puede cambiar son las cifras presupuestarias. Así lo manifestó en una entrevista reciente a Europa Press, la portavoz de la CUP en el Parlament,
Eulàlia Reguant, que avisó de que veía difícil llegar a un acuerdo antes del 9 de noviembre ya que muchas de las cifras que les presentaba el Govern no llegaban a las exigencias de los 'cupaires'.