La derecha francesa se enfrenta a una crisis interna sin precedentes tras la destitución de Éric Ciotti como líder de Los Republicanos (LR). En una reunión de emergencia de la ejecutiva del partido, los conservadores decidieron por unanimidad remover a Ciotti de su puesto debido a su controversial decisión de formar una alianza electoral con el partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen. Esta maniobra ha fracturado al partido, que históricamente ha defendido un cordón sanitario contra la extrema derecha.
Una lección de democracia a Feijóo y Ayuso
La propuesta de Ciotti de aliarse con Le Pen provocó una ola de críticas, especialmente dentro de su propio partido. La presidenta de la región parisina, Valérie Pécresse, calificó el acuerdo como "antinatura" y denunció la falta de integridad política. "En Los Republicanos no hay sitio para traidores ni para la política barata", afirmó Pécresse al entrar a la reunión. Otros miembros del partido compartieron su indignación, reflejando la profundidad del desacuerdo interno.
Reacción de Éric Ciotti
A pesar de la decisión de la ejecutiva, Ciotti ha rechazado su destitución, declarando en redes sociales que sigue siendo el presidente del partido. En un comunicado en X, Ciotti argumentó que la reunión se celebró en violación de los estatutos del partido, y que las decisiones tomadas carecen de validez jurídica. Además, advirtió sobre posibles consecuencias penales para sus compañeros de partido.
La situación se agravó cuando Ciotti decidió clausurar la sede oficial de Los Republicanos en París por razones de seguridad, obligando a los miembros de la ejecutiva a reunirse en una fundación privada cercana. Este acto fue percibido como un intento de Ciotti de aferrarse al poder, intensificando la ya tensa situación.
El presidente del partido de Le Pen, Jordan Bardella, expresó su apoyo a Ciotti, elogiando su valentía y criticando a aquellos que se oponen a la alianza como "utilizadores de términos propios de la izquierda". Bardella hizo un llamado a una coalición amplia para contrarrestar lo que describió como un peligro de izquierda y extrema izquierda.
Apoyo de la Extrema Derechaa Ciotti
Tras la destitución de Ciotti, la ejecutiva de LR nombró a François-Xavier Bellamy y Annie Genevard como líderes interinos del partido. Bellamy, conocido por encabezar la lista del partido en las elecciones europeas, ahora tiene la tarea de guiar al partido a través de esta turbulenta transición. Numerosos líderes del partido, como Olivier Marleix y Laurent Wauquiez, han expresado su descontento con Ciotti, acusándolo de traicionar los principios del partido y el legado de Charles de Gaulle.
La destitución de Ciotti también ha sido criticada fuera de las filas de Los Republicanos. La diputada ecologista Sandrine Rousseau interrumpió una comparecencia de Ciotti para expresar su indignación, reflejando la controversia que la alianza con Le Pen ha generado en toda la escena política francesa.
Mientras Ciotti insiste en que su destitución es ilegítima, varios medios especulan que podría unirse formalmente al partido de Le Pen. Sin embargo, Bardella ha evitado confirmar estos rumores. Esta incertidumbre añade una capa más de complejidad a la crisis que enfrenta la derecha francesa.
Macron y el Nuevo Escenario Político
El presidente Emmanuel Macron ha aprovechado la crisis de la derecha para posicionar su programa liberal como una alternativa a los extremos políticos. En una reciente rueda de prensa, Macron confirmó que no tiene intención de dimitir y presentó su visión como una respuesta a las alianzas "contra natura" formadas tanto por la ultraderecha como por la izquierda radical. Macron se prepara para las elecciones legislativas anticipadas, que se celebrarán a dos vueltas el 30 de junio y el 7 de julio.
La destitución de Éric Ciotti marca un punto de inflexión en la política francesa, evidenciando la profunda división dentro de Los Republicanos y planteando interrogantes sobre el futuro de la derecha en Francia. Mientras el país se prepara para las próximas elecciones, las repercusiones de esta crisis se sentirán en todo el espectro político, impactando tanto en la estrategia electoral como en la cohesión interna de los partidos.