Podemos ha cometido demasiados errores cuando ha tenido responsabilidades de gobierno. El principal, no saber cómo trasladar de manera eficiente las reivindicaciones del activismo a leyes. Esto, además, ha generado desprecio por parte de la ciudadanía, sobre todo en los elementos relacionados con las políticas de igualdad.
La formación morada, nacida del espíritu del 15M, no entendió jamás que las revoluciones políticas se hacen de manera progresiva, como cuando se mete un pez en un acuario nuevo. Hay que adaptar primero las nuevas realidades al sistema para que éste lo acepte y, de ahí, se van escalando. Podemos, sin embargo, obvió los procedimientos y quiso imponer reivindicaciones de determinados activismos que, en realidad, favorecía a lo que se quería derribar.
Eso es lo que sucedió con, por ejemplo, la Ley del Sí es Sí o la Ley Trans, en la que prácticamente no se contó con los informes jurídicos y se impuso la visión más maximalista de realidades que hay que cambiar, pero no desde el olvido de la ley. Esos errores han pasado una factura muy importante porque han generado alarma social, sobre todo por la reducción de penas y la puesta en libertad de delincuentes sexuales.
Las leyes de Irene Montero son las que están acabando con Podemos y las consecuencias las van a pagar ahora sus trabajadores. Un día después de las elecciones generales la formación morada anunció a sus empleados la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo que llevará al cierre de nueve de sus delegaciones territoriales y el despido de cerca de la mitad de su plantilla.
Esto se debe a la pérdida de representación tras las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y de las generales del 23 de junio, en la que la formación iba coaligada a Sumar. Esa pérdida de representación conlleva la pérdida de ingresos, tal y como les ocurrió al Partido Popular con Pablo Casado o al PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando, al lograr los peores resultados de su historia, tuvieron que despedir a buena parte de su plantilla.
El ERE ha sido abierto por razones económicas, técnicas y organizativas.