Bastaba recorrer cualquier mitin preelectoral, hablar con diferentes dirigentes, militantes y simpatizantes de la izquierda madrileña para que saliera a la luz un secreto a voces: la esperanza de arrebatarle la alcaldía de la capital a un “tocado” Martínez Almeida salpicado por los escándalos en su equipo de gobierno que le pusieron en el disparadero a principios del pasado año. Primero con la presunta trama de corrupción en la compra de mascarillas a través de dos comisionistas con un primo del actual alcalde, y luego con el espionaje a su compañera y actual presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso en la guerra civil dentro de las filas del partido popular.
Tras posicionarse con el defenestrado ex líder Pablo Casado, Martínez Almeida pasó a tener un perfil bajo a la espera que la tormenta amainase y que la ya elegida presidenta popular en la región Díaz Ayuso confirmase su candidatura al consistorio madrileño. Y así permaneció hasta hoy, donde desde Cibeles, el actual alcalde habrá estado cruzando los dedos porque perder el poder en el ayuntamiento capitalino a favor de la izquierda hubiese significado su muerte política: Díaz Ayuso hubiese pedido hoy mismo su cabeza. A estas alturas, podríamos afirmar que Martínez Almeida ya puede respirar tranquilo, tendrá una buena noche y tiene amarrado su silla en el palacio de Cibeles por otros 4 años más. A menos que su “jefa”, Díaz Ayuso decida hacerle pasar alguna mala jugada con Marta Rivera de la Cruz, David Pérez o la también ex Ciudadanos Patricia Reyes que la presidenta regional impuso al actual alcalde en sus listas para tenerlo “atado en corto”.
Los datos
Con más del 99,21 por ciento escrutado, el Partido Popular de Madrid obtiene más de 722.367 votos y 29 asientos en el ayuntamiento de la capital de España al absorber en su totalidad el electorado y los 11 escaños de su hasta hora socia de coalición, Begoña Villacís, que pasa de ser vicealcaldesa a quedarse fuera del pleno municipal y, con ello, arrastra a la desaparición política de su formación, Ciudadanos.
Por su parte, a la actual líder de la oposición, Rita Maestre, no le bastó el apoyo obtenido el pasado jueves, a través de un video, por la anterioridad regidora, Manuela Carmena, y a diferencia de las últimas elecciones de 2019 donde Carmena intentó revalidar mandato, Más Madrid se deja por el camino 7 escaños al alcanzar los 12, uno más que el PSOE.
Por el lado de los socialistas, la apuesta por la ex ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, para encabezar la lista a un ayuntamiento donde no toca poder desde 1989. Es decir, hace más de 34 años, puso ser una jugada arriesgada de la dirección nacional de Ferraz por el alto grado de desconocimiento de parte del electorado madrileño, más allá de las esporádicas apariciones televisivas o radiofónicas propias del ministerio a su cargo.
Sin embargo, a tenor de los resultados, Maroto ha sido capaz de aumentar de 8 a 11 asientos la representación socialista en Cibeles. Como dato, su antecesor en 2019, el entrenador de baloncesto, Pepu Hernández, una improvisada candidatura de última hora, también impuesta desde Ferraz llevó a que los socialistas de la capital obtuviesen los peores resultados desde la restauración democrática.
Defunción de Ciudadanos
En la entrevista que mantuvo con Diario16, Begoña Villajes insistió en más de una ocasión que pudo ser alcaldesa de la capital “me lo llegaron a ofrecer hasta dos veces”. La hasta ahora vicealcaldesa del gran ganador de la noche, Martínez Almeida, que pudo estar al frente del consistorio capitalino, desde hoy pasa de ocupar la quinta planta de Alcalá 50, a estar literalmente en la calle y, con ello, esta noche se escribe el epitafio de una formación política, Ciudadanos, que había prometido regenerar la vida política “ para levantar todas las alfombras” y que acabó aupando, en un único sentido, a la presidencia de comunidades autónomas y a alcaldías a dirigentes del PP de la Gurtel.
Queda por ver si en las próximas semanas, la presumida lealtad de Villacís a Martínez Almeida manifestada expresada en la entrevista que mantuvo con este periódico “ me quedé por lealtad al pacto de gobierno, Soy una socia leal”, a pesar de reconocer que hubo escándalos dentro del equipo municipal “los escándalos en el Ayuntamiento de Madrid no fueron provocados por Ciudadanos”, es gratificada por Martínez Almeida con algún cargo dentro del nuevo gobierno que echará a andar en las próximas semanas.
No debería sorprender a nadie cuando tras el intento de Villacís de ser fichada por la cúpula de Génova 13, días antes del comienzo de la precampaña electoral.
Podemos se queda fuera
Si bien al inicio del recuento del escrutinio, el candidato de la formación morada, Roberto Sotomayor, tenía atada su representación con tres asientos, conforme fue subiendo el porcentaje escrutado, Podemos vio menguar el umbral del 5 por ciento que había superado ligeramente hasta desaparecer al quedar con un 4,95%, y a solo 4.000 votos de ese mínimo requerido que otorga automáticamente tres ediles.
Como consecuencia, y de acuerdo al sistema D’Hont de reparto de escaños, los concejales que perdió Podemos se sumaron al Partido Popular, al ser la lista más votada, y, con ello, facilitando la mayoría absoluta del actual alcalde.
Para Podemos que en esta ocasión iba en coalición con IU y Alianza Verde la situación no es nueva; ya en 2019 se quedaron fuera del ayuntamiento al no llegar a un acuerdo con el sector que por ese entonces lideraban Manuela Carmena e Iñigo Errejón que dio origen a Más Madrid.
Y como si fuera un Déjà vu, la historia se repite: 4 años más tarde la falta de unidad a la izquierda del PSOE aparta del pleno de Cibeles a la formación morada pero con un agravante; su candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, a diferencia de su antecesor Pablo Iglesias, también se queda sin representación en la Asamblea de Madrid.