Carles Puigdemont es un prófugo de la Justicia y tiene dictada una orden de captura por la que, de poner un pie en territorio español, será detenido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Ya está claro que Puigdemont regresará a España mañana, si es que no se encuentra ya en territorio nacional, para asistir al pleno de investidura de Salvador Illa en el Parlament de Catalunya que está convocado para mañana a las 10 de la mañana, tal y como anunció Josep Rull.
En consecuencia, mañana será el día en que Puigdemont sea detenido. Lo que no se sabe es cómo, cuándo y dónde. El expresidente ha publicado un post en X (anteriormente Twitter) en el que explica su decisión.
«El Parlament de Catalunya ha convocado a todos los diputados en el debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. Yo tengo que estar y quiero estar. Por eso he emprendido el viaje de regreso desde el exilio».
El Parlament de Catalunya ha convocat a tots els diputats al debat d’investidura del pròxim president de la Generalitat. Jo hi he de ser i hi vull ser. Per això he emprès el viatge de retorn des de l’exili. pic.twitter.com/jcO5MA8czX
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) August 7, 2024
Puigdemont no irá solo al Parlament, sino que estará acompañado de sus seguidores que han sido convocados por el Consell de la República para mañana a las 9 de la mañana para «escoltar» al expresident al Parlament.
Rull y la acogida «en sagrado»
Por su parte, el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull, ha señalado en una entrevista en Vilaweb, que si Carles Puigdemont consigue acceder al recinto parlamentario y los Mossos intentan detenerlo, él mismo lo refugiará en su despacho.
«Si fuese así, situaría al presidente Puigdemont en el lugar más seguro dentro del Parlament, que sería mi despacho. Lo tengo muy claro», ha dicho Rull.
España asistiría a una versión 2.0 del acogimiento a sagrado medieval.
Además, Rull ha confirmado que si se produjese la detención de Puigdemont, no permitiría que el pleno de investidura de Illa se desarrolle con normalidad, es decir, que lo aplazaría.
Malas noticias para Sánchez
El regreso de Carles Puigdemont y la posible investidura de Illa se han convertido en un quebradero de cabeza para Pedro Sánchez, porque la legislatura quedaría muy tocada. Sobre todo si se tiene en cuenta que están pendientes de aprobación los Presupuestos Generales del Estado y que ya no tiene más posibilidades de prórroga.
El pacto con ERC para investir a Illa, con la entrega de las llaves de la caja recaudatoria a Cataluña, la oposición de Junts a ese acuerdo, más la detención de Puigdemont, son los ingredientes de un cóctel explosivo que terminará, en teoría, con la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales.