Moreno Bonilla enarbola el PP “sin insultos” horas después del “pirómana” de su inseparable número dos

La imagen premeditadamente moderada que el equipo de asesores de Moreno Bonilla intenta dar del líder popular andaluz choca frontalmente con los hechos de la brega política diaria

25 de Agosto de 2025
Actualizado a la 13:44h
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Moreno Bonilla Bendodo
Moreno Bonilla y Elías Bendodo, en una imagen de archivo de 2012, cuando este presidía la Diputación de Málaga.

Con los rescoldos aún humeantes del “pirómana” de Elías Bendodo dirigido a la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, por su gestión en los incendios de Castilla y León, Extremadura y Galicia, el presidente andaluz ha dado por inaugurado el nuevo y decisivo curso político en Andalucía prometiendo que “el PP tiene otro estilo, sin insultos”. Entre las declaraciones de Juan Manuel Moreno Bonilla y las de su inseparable número dos durante años apenas habían transcurrido 48 horas. Partido Popular en su máxima expresión. El yin y el yang de la política en un solo partido.

Moreno Bonilla ha comenzado este fin de semana el juego del despiste con sus oponentes situando la fecha electoral de las próximas andaluzas cuando tocan, antes del verano de 2026, pero todos los movimientos que vienen realizando tanto él mismo como su equipo de gobierno van encaminados a buscar la sorpresa y coger con el pie cambiado a su máxima rival, María Jesús Montero, actual vicepresidenta primera del Gobierno de Pedro Sánchez.

La imagen premeditadamente moderada que el equipo de asesores de Moreno Bonilla intenta dar del líder popular andaluz choca frontalmente con los hechos de la brega política diaria. Por ello, el dicho inapelable de que “por la boca muere el pez” puede aplicarse a las primeras de cambio a los modos y maneras del presidente andaluz y de su equipo, que ejercen una política de apisonadora implacable contra la oposición de izquierdas en la Cámara autonómica, representada por PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía.

Recientemente, la portavoz del PSOE andaluz en el Parlamento andaluz, María Márquez, tuvo que frenar el tono condescendiente rayano con el machismo más reprobable que Moreno Bonilla exhibió contra ella en una respuesta parlamentaria al aconsejar a la diputada socialista que debía leer más la prensa económica. Después de llamarlo señoro”, Márquez le preguntó: “¿Sabe usted qué es el mansplaining?”. No obtuvo respuesta del presidente.

La imagen premeditadamente moderada que el equipo de asesores de Moreno Bonilla intenta dar del líder popular andaluz choca frontalmente con los hechos de la brega política diaria

Moreno Bonilla ha iniciado la cuenta atrás para las decisivas elecciones andaluzas de 2026 con el propósito claro de ocultar a toda costa la que ha sido una de sus principales líneas de argumentación política: la confrontación por la confrontación. Después de todo lo dicho contra el gobierno de Sánchez y todo lo criticado, muchas veces con argumentaciones gruesas, el líder popular andaluz se atreve ahora a arrogarse para su partido la potestad de “otro estilo, sin insultos y con soluciones”.

Ser educado no es ser moderado

Los principales líderes de las formaciones de izquierdas en la oposición en Andalucía han recriminado en numerosas ocasiones a Moreno Bonilla su doble cara, la de moderado y la del “Ayuso andaluz”, un hombre que hace de la soberbia una forma de ser en su trato diario con la oposición política, aunque, eso sí, siempre pone su mejor perfil ante las cámaras y sus exposiciones públicas ante la ciudadanía. “Moreno Bonilla es educado pero no moderado”. Estas palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno han sido rubricadas casi al dedillo por la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, y por el líder de Adelante Andalucía, José Ignacio García. En no pocas ocasiones, este último ha sacado de sus casillas al presidente andaluz durante los plenos parlamentarios, donde se han vivido cruces que han bordeado el insulto, esa actitud que no representa al PP, según las últimas declaraciones de intenciones del propio Moreno Bonilla.

 Esta imagen de moderado y buenas maneras que quiere ‘vender’ el equipo de Moreno Bonilla de la gestión del PP en Andalucía es una de las armas que en la precampaña electoral de las últimas andaluzas de 2022 sirvió a la formación conservadora para desasirse de la muleta de la ultraderecha, con la que tuvo que pactar en la legislatura en la que accedió al poder en 2019. En junio de 2022, Moreno Bonilla obtuvo una holgada mayoría absoluta, que pese a todo no ha sido suficiente para desprenderse de no pocas iniciativas promovidas por Vox y aún hoy vigentes en Andalucía, pese a blanquear algunas de sus políticas negacionistas, como por ejemplo la implantación del teléfono de violencia intrafamiliar, totalmente inoperante como lo demuestran las cifras anuales de uso.

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