Como un nuevo Houdini, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, se ha sacado de la chistera la táctica política del escapismo para no rendir cuentas ante los ciudadanos. Mientras sufre abucheos y palpa el descontento ciudadano allá donde se desplaza por los municipios andaluces, Moreno Bonilla comienza a torcer su habitual rictus siempre risueño para la foto oficial. La oposición parlamentaria achaca al presidente andaluz que vive instalado en un anuncio publicitario permanente sin atender la verdadera realidad andaluza, como si fuera el protagonista perenne de la costosa y aclamada campaña Andalusian Crush. El presidente andaluz siempre tiene a mano una excusa para no acudir a un pleno parlamentario o evita a tiempo, gracias a su cohorte de asesores, las protestas de ciudadanos descontentos con su gestión, sobre todo sanitaria, que se organizan para aguarle algún que otro acto oficial, como ha sucedido esta misma semana en la localidad sevillana de Écija.
Moreno Bonilla cumple casi un mes sin pisar el Parlamento andaluz mientras se vuelca como presidente del Comité Europeo de las Regiones o ponente político del congreso nacional del PP en julio
Las elecciones andaluzas están a la vuelta de la esquina y los partidos engrasan sus estrategias en el tramo final de una legislatura que ya se evidencia exhausta para un gobierno con holgada mayoría absoluta que llega al límite de sus fuerzas y muy justo de ideas y propuestas, más allá de la confrontación por la confrontación con el Gobierno central de Pedro Sánchez sea el tema que sea. Ante esta situación, en absoluto la idílica soñada por Moreno Bonilla en el tramo final de la legislatura, el equipo de gobierno del presidente andaluz ha comenzado a activar la espantada como estrategia preelectoral para no erosionar aún más sus posibilidades de reeditar, como vaticinan todas las encuestas, principalmente las del CIS andaluz, una nueva mayoría absoluta en la cita electoral que se celebrará antes del verano de 2026.
Escaqueo de ciudadanos descontentos
Después de evitar a ciudadanos críticos con su gestión sanitaria en Écija este pasado martes y remodelar sobre la marcha el acto oficial previsto, Moreno Bonilla tampoco rendirá cuentas ante el pleno del Parlamento autonómico el próximo jueves 29 de mayo con la excusa de que un día antes estará en la ciudad polaca de Breslavia en la final de fútbol de la Conference League que disputa el Real Betis con el Chelsea inglés. En cambio, el presidente de la Diputación de Sevilla, el socialista Javier Fernández, que también estará en el palco de la final que disputa el Betis, sí tiene previsto acudir al día siguiente a su puesto de trabajo como un día laboral cualquiera.
El portavoz adjunto del PSOE andaluz, Rafael Recio, ha recriminado a Moreno Bonilla el “escapismo” que practica a todos los niveles para evitar responder a la oposición. El presidente andaluz cumplirá casi un mes sin haber pisado la Cámara autonómica mientras se vuelca en sus nuevas responsabilidades como presidente del Comité Europeo de las Regiones o como responsable de la ponencia política del próximo congreso nacional del Partido Popular el próximo julio.