Las diez mil horas de audios y cientos de papeles sobre las cloacas del Estado que el empresario Pérez Dolset dice tener en su poder han provocado un terremoto político. Su colaboradora Leire Díez ha causado baja en el PSOE, Ferraz ha puesto a disposición de la Justicia el pendrive donde supuestamente se guarda el ingente material altamente sensible y Feijóo saca a la calle a sus militantes para protestar contra Pedro Sánchez bajo el lema de “Menos mafia y más democracia”.
Sin embargo, en el dosier Dolset hay demasiada información comprometedora sobre las cloacas y la Policia Patriótica del PP, archivos y audios supuestamente recopilados a lo largo de los años por el comisario Villarejo. Cientos de personas que fueron espiadas ilegalmente por las Fuerzas de Seguridad del Estado. “Las víctimas de las cloacas” de las que hablan Dolset y Leire Díez.
La sensación que transmite este caso de guerra sucia entre socialistas y populares es que Génova sigue obsesionada por ocultarlo todo pese a que prosigue el goteo de informaciones inquietantes. Hace solo dos días, el juez Pedraz imputaba a otro policía en la causa sobre la guerra sucia contra Podemos, un agente que buscó datos sobre Pablo Iglesias, ex secretario general del partido morado. El magistrado de la Audiencia Nacional ha empezado a citar como investigados a altos cargos del Ministerio del Interior en los tiempos del ministro Jorge Fernández Díaz. Hay mucho que destapar sobre esta cloaca, sobre todo quién la organizó y si Mariano Rajoy estaba al tanto del plan para espiar a la disidencia política. ¿Era el registrador gallego el Señor X de esta trama? La comisión de investigación parlamentaria no ha logrado llegar, hasta la fecha, al fondo de la verdad y al final el PP, a base de boicots, maniobras dilatorias y cortinas de humo, ha conseguido que apenas se hable del tema.
En marzo de este año, Mariano Rajoy negaba, en la citada comisión, que tuviera noticia alguna de las cloacas, de la Operación Cataluña y de cualquier trama parapolicial, así como el espionaje a dirigentes de Podemos. Rajoy, que fue presidente entre 2011 y 2018, fue uno de los protagonistas junto con su exministro del Interior Jorge Fernández Díaz de la décima sesión de comparecencias de la comisión parlamentaria sobre la supuesta existencia de una trama parapolicial creada bajo su Gobierno para dañar a políticos independentistas catalanes. Rajoy insistió en que no dio instrucciones para ese presunto espionaje, en que no sabía “ni una palabra” y en que “nunca” había tenido conocimiento de esos hechos que, según recordó, desmintió la propia Policía en un sumario abierto, por lo que instó a esperar a la resolución judicial. Sin embargo, en un momento de la comparecencia, un diputado le mostró una supuesta nota secreta informativa a su atención que probaría que estaba al corriente de la Operación Cataluña. El título del documento rezaba: “Nota secreta para el señor presidente sobre información sensible procedente de Catalunya”. En él se resumen las operaciones que la Policía Patriótica tenía en marcha en aquel momento para parar a los pies al independentismo y dañar a la oposición, que estaba liderada por el PSOE.
Las notas informativas fueron idea del entonces número 2 del ministerio y hombre de confianza de Fernández Díaz, Francisco Martínez, primero como jefe de su gabinete y desde enero del 2013 como secretario de Estado, para formalizar las aportaciones que hasta entonces había llevado a cabo, oralmente, el comisario José Manuel Villarejo, según La Vanguardia. Desde ese momento, el policía en la reserva entregaría las notas informativas y las registraría en la dirección de la Policía, que a su vez las haría llegar al responsable ministerial. El periódico catalán asegura que, según fuentes próximas a los hechos, el ministro Fernández Díaz remitió buena parte de esos documentos, en sobres cerrados y a través de sus escoltas, al presidente del Gobierno.
Antes de someterse a las preguntas de los diputados, Rajoy quiso dejar claro “algunas consideraciones” iniciales, en las que reiteró que de lo que sí puede informar a los grupos es de las actuaciones que propiciaron la puesta en marcha en octubre de 2017 del artículo 155 de la Constitución tras la convocatoria de un referéndum ilegal en Cataluña, según informó EFE.
Rajoy se sometió a las preguntas de la diputada de Podemos Ione Belarra, que le reprochó las búsquedas ilegales, hasta 6.903, a dirigentes de su partido durante el Gobierno de Rajoy. “¿Qué buscaban y por qué, si piensa que España es una democracia?”, le preguntó la parlamentaria. “Soy una persona de derechas y de provincias, pero ante todo soy demócrata. Y como soy un demócrata, yo nunca espiaría a miembros de las Cortes Generales. No tendría, ni tengo, ni tendré ningún interés en hacer una inspección sobre ustedes porque no me parecen tan importantes para mi vida”, le respondió Rajoy.
Sin embargo, los informes oficiales contradicen al expresidente del Gobierno. Un dosier de Asuntos Internos de la Policía Nacional, supuestamente contenido en el material de Pérez Dolset y bajo el nombre de Informe Colombo, habla de 13.000 filtraciones de la UDEF, es decir, cientos de actuaciones de espionaje contra políticos y cargos públicos. ¿Sabía Rajoy de la existencia de ese trabajo de investigación interno de la Policía? Diario16+ ha publicado que el Gobierno del PP metió ese expediente en un cajón y nunca más se supo. Ahora Dolset quiere resucitarlo, sacarlo del baúl de los recuerdos, donde duerme el sueño de los justos, y que se publique en la prensa.
“Creo más a la Policía que a su grupo parlamentario”, ironizó Rajoy, quien hizo gala de su habitual retranca e ironía, como cuando le dijo a Belarra que como presidente del Gobierno tenía cosas más importantes que hacer que espiar a Podemos, aunque los dirigentes de este partido “se creyeran muy importantes”. Bromas aparte, las sospechas son gravísimas y cunde la sensación de que faltan muchas cosas por aclarar en este asunto. Ayer mismo, un audio de Pérez Dolset recoge la conversación del empresario con Francisco Martínez donde queda claro que hubo una operación para acusar falsamente a Pablo Iglesias de tener dinero escondido en paraísos fiscales. Un plan urdido en el Ministerio del Interior cuya información fake se publicó en El Mundo y en OK Diario. Si el PSOE tuvo a su “Señor X” del GAL en tiempos del felipismo, el PP también ha tenido al suyo en esta gigantesca trama de espionaje que socava los cimientos de la democracia.