Macarena Olona sigue amenazando con destruir el proyecto político de Vox. Ayer, en el plató de El programa de Ana Rosa no solo relató sus últimas experiencias vitales con su enfermedad sino que lanzó un nuevo órdago a Santiago Abascal. “Están poniendo a prueba mi lealtad, pero mi voz podría causar un auténtico daño al proyecto”, aseguró. La exdiputada ultra sugirió que ella podría destrozar a la organización pero que no está dispuesta a dar ese paso porque de alguna manera siente aprecio por un partido en el que militó varios años. Sin embargo, tras quejarse de la falta de libertad y de democracia interna que Abascal impone (algunos de sus militantes han causado baja en las últimas semanas quejándose del sistema dictatorial que reina en la formación), advirtió que Vox está en el punto de mira de algunos que quieren ilegalizarlo como partido que no cumple con unos mínimos estándares democráticos. Ella misma dispone de esa información sensible, aunque ha dejado claro que de momento no piensa utilizarla para no hacerle daño al proyecto ultraderechista.
Ante el peligro de que se ponga en marcha el proceso de ilegalización dijo: “Hay veinte o treinta voces que denuncian que Vox ha dejado de actuar de forma democrática”. La única respuesta que ha recibido hasta ahora por parte del partido ha llegado por boca de Rocío Monasterio, que además de escurrir el bulto ha asegurado que Vox está aquí para servir a los españoles y para sacar a Sánchez de la Moncloa con ayuda de la Virgen de la Almudena.
“La vida me dio un golpe tras mi enfermedad, perdí catorce kilos y tengo claro que usaron mi enfermedad para quitarme de primera línea”, aseguró Olona. Acudió al plató de El programa de Ana Rosa para contar su versión de cómo fue su salida de Vox, cómo fue tratada por el partido de Santiago Abascal tras las elecciones de Andalucía, pronunciarse sobre la ilegalidad del conjunto verde y, sobre todo, cómo la trataron al conocer su enfermedad.
La política ultraconservadora empezó aclarando que lo que ella siente hacia Vox y Abascal es “mucho cariño y agradecimiento, por lo menos por mi parte, ha sido un privilegio poder dar voz a muchos españoles”. Por otro lado, apuntó: “Quiero pedir perdón porque me gustaría seguir dándoles voz en las instituciones, algo que por desgracia no es posible...”.
Olona fue contundente a la hora de analizar qué ocurrió en el partido: “Están las elecciones de Andalucía, hubo un resultado y había una percepción general de fracaso según sus expectativas”. Además, aclaró: “Se me trasladó una imagen que no era real, es la imagen que yo tenía por las informaciones que me daba el partido, que no bajábamos de 22 escaños y que pelearíamos por la vicepresidencia o incluso la presidencia... ahora, con perspectiva, me parece hasta ridículo”.
“Tenemos los resultados, permanezco un mes en Andalucía, doy lo mejor de mí misma, tiendo la mano a Juanma Moreno por el bien de los andaluces y la vida me da un golpe...”, confesó la exdirigente de Vox. A renglón seguido explicó: “Pienso antes en mi hijo que en cualquier cosa, me tengo que centrar en mi salud y es cuando decidimos de manera conjunta que yo abandone Andalucía para centrarme en mi salud”.
“Tengo aquí los informes sanitarios, con esta enfermedad perdí catorce kilos en unas semanas hasta que ya con la medicación he podido estabilizarme... todo apuntaba a que hubiese una enfermedad mucho más complicada y al final terminó siendo un problema de tiroides”, reveló ante Ana Rosa.
“Nadie en la prensa de Andalucía lo ponía en duda, pero he visto que desde Vox han utilizado comentarios velados, Ortega Smith o Abascal han hablado con ironía de una 'milagrosa recuperación', han dejado entrever que mis problemas de salud no eran ciertos y desde las filas de Vox esto lo han filtrado a prensa, afortunadamente los periodistas sabían que era falso”, señaló a los dirigentes verdes.
Por si hubiese alguna duda, quiso aclarar: “Nunca se había hablado eso, es absolutamente falso que yo exigiese a Santiago Abascal ir al Senado, que tras conocer los resultados en Andalucía decidiese irme, es falso”. En relación con ese tema puntualizó: “Fue un error inmenso que cometí ante los españoles el aceptar la candidatura andaluza, tengo claro que alguno vio mi enfermedad para sacarme de primera línea. Nadie se atrevió a venir contra mí de cara en el partido, nunca vi un ataque frontal”.