Óscar Puente y la polémica siempre van de la mano. Tras el discurso incendiario, plagado de trumpismo, que Isabel Díaz Ayuso dio ayer como balance de 2024, el ministro de Transporte ha sido contundente: «Este país lleva bailando al son que marca Ayuso un montón de meses, incluidos Supremo, Fiscalía, juzgados, etc. Todo por no hacer lo que sería coherente cuando sucede algo así, que es asumir la realidad, o decir que no conocía lo que hacía este señor con el que convivo o dejar de ser presidenta de la Comunidad de Madrid. Esto subraya hasta qué punto ha llegado este personaje [por Ayuso] a ser tóxico para este país. La he escuchado decir que el Gobierno corta el agua y la luz a la Comunidad de Madrid; el nivel de toxicidad con el país de ella y el que le escribe el guion es terrible».
Puente ha señalado, en referencia al caso del fiscal general del Estado, que «todo el país está dándole vueltas a un correo en el que lo único que se desvela es que las partes pactaban y lo propuso el acusado de delito fiscal», es decir, el novio de Ayuso. «Le han dejado en evidencia y hay que poner en jaque a todo el Estado [...] La cuota defraudada supera el mínimo exigible para que se cometiera un delito. La cantidad defraudada es muy alta y pasa al ámbito de delito. Lo demás es la consecuencia de esta preeminencia de que algunos son intocables, de esta persona ni la verdad se puede conocer», ha añadido Puente.
Sin embargo, el ministro ha ido más allá y se ha preguntado sobre la razón por la que se va contra el fiscal general. Él mismo se ha respondido, señalando que la pieza a batir es «el presidente. Asistimos a una causa mutante en la que se investiga a la esposa del presidente, si uno se lee una denuncia, es una causa prospectiva, y el colmo es ver al juez preguntar a un testigo apoyándose en la declaración de alguien que se ha inventado. Todo pasa desde la dichosa filtración que puso en evidencia a la señora Ayuso. No puedo evitar pensar que esto sucede porque en este país hay personas intocables».