Ya es «oficial». El PSOE es un partido tan monárquico como el PP y Vox. En una entrevista concedida a la Cadena SER, Pedro Sánchez ha afirmado que «en el plano judicial, los tribunales decidirán. En el plano político se tendrían que juzgar personas, pero no instituciones. Siempre he dicho que el PSOE es un partido comprometido con la Constitución y sobre la monarquía parlamentaria. No vamos a entrar en el debate de si república o monarquía».
Fuentes socialistas consultadas por Diario16 han afirmado que «las bases del PSOE siempre, siempre, hemos sido republicanas y ese debate siempre estará encima de la mesa en cualquier congreso desde que se eliminó la República del ideario socialista».
Sánchez, respecto a la situación de Juan Carlos I quien, al parecer, nunca fue jefe del Estado, ha dicho que «las explicaciones que tiene que dar el rey emérito son las razones que le han llevado a irse de España. El actual rey está comprometido con su ejemplaridad y es sobrio».
Estas palabras confirman que el giro del PSOE hacia el monarquismo más radical es definitivo y, entre otras cosas, justificaría la presencia de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero o los homenajes a Alfredo Pérez Rubalcaba, antiguos secretarios generales del PSOE que han defendido a capa y espada la figura de Juan Carlos I y la necesidad de evitar el debate sobre la República que está en el ADN del Partido Socialista.
Lo afirmado por Sánchez también confirma la mordaza que se puso a Izquierda Socialista en el 40 Congreso impidiendo la votación de sus enmiendas a favor de que el PSOE liderara un proceso, cumpliendo estrictamente lo indicado en la Constitución, para que el pueblo pueda decidir si quiere un modelo de Estado monárquico o republicano.
Las palabras de Sánchez en la Cadena SER son muy graves y demuestran que, directamente, pretende abandonar la ideología y los valores que defiende tradicionalmente el socialismo. Utilizar la socialdemocracia como justificación del mayor giro a la derecha dado por el PSOE en sus más de 140 años de historia ya no cuela.
Yolanda Díaz, a quien ya se ha encargado Sánchez de afirmar que «es una ministra de mi gobierno», estará muy contenta con estas palabras y con las conclusiones del 40 Congreso del PSOE porque son millones de votantes y miles de afiliados socialistas que ya ven a la ministra de Trabajo como la única esperanza que le queda a la izquierda de este país.
Pedro Sánchez ha conseguido lo que a las bases socialistas les parecía imposible cuando le apoyaron: dar sentido a la expresión «PPSOE» utilizada en el 15M y en las manifestaciones de las organizaciones de la sociedad civil durante la crisis económica global.