Pedro Sánchez, en una entrevista concedida a la Cadena SER, ha calificado a la oposición de «negacionista» porque «en España el negacionismo político también existe porque la derecha se opone a cualquier avance social como las pensiones y la subida del IPC y también con la reforma laboral. La derecha y la ultraderecha están destacando más sobre quién apoya estas medidas más que las medidas. ¿Cómo es posible que la oposición no apoye la subida del IPC de las pensiones?», ha dicho Sánchez.
Además, el presidente ha señalado que él «no se va a dejar arrastrar al barro» al que le quieren llevar tanto la derecha como la extrema derecha «por muchas descalificaciones personales que escuche los miércoles en las sesiones de control al Gobierno».
Aprovechando esta mención, Sánchez ha hecho una apuesta por la acción de su Ejecutivo porque «tiene una representación parlamentaria que ha logrado dos Presupuestos, algo que no ha ocurrido desde 2014. El Gobierno de España ha trabajado por la dignificación de nuestros compatriotas con el salario mínimo, el IPC de las pensiones, la reforma laboral, los ERTE y numerosas medidas».
Sánchez, además, ha lanzado un dardo al PP cuando ha señalado que en el momento en que se quiere tener un entendimiento, el bloqueo de Casado se cae: «Contactos hay con la oposición y los grupos parlamentarios. Aún tenemos pendiente la renovación del órgano de decisión de los jueces. Hemos abierto una senda de acuerdos con los agentes sociales. Cuando la derecha ha querido desbloquear organismos, hemos llegado a acuerdos. Tenemos una oposición negacionista que niega lo más evidente: la propia legitimidad de este Gobierno».
Uno de los puntos que más preocupa desde el escenario democrático es el ascenso de la extrema derecha. Sánchez, en este aspecto, ha señalado que «la cuestión es que se cuestiona la democracia. Y miran hacia liderazgos autoritarios. Y eso es lo que está haciendo el negacionismo político y nutre a la ultraderecha de nuevos votantes. Por eso es importante dignificar la vida de los ciudadanos con reformas adecuadas. La democracia es diálogo, negociación y acuerdos […] Cada vez que voy al Congreso lamento el nivel de descalificaciones, pero no me puedo permitir desfallecer. España se merece más de lo que la derecha demuestra».
Pedro Sánchez, por otro lado, ha hecho mención a una de las promesas que aún no ha cumplido: la reforma fiscal, que ha calificado como «una reforma necesaria y hay que ahora que consolidar los datos de creación de empleo. Es necesaria esta reforma porque este país es un país muy desigual con niños que viven en la pobreza. Hay que combatir la exclusión social y lleva a un debate sobre qué estado del bienestar queremos. Si queremos justicia social tiene que haber justicia fiscal. Tenemos que crecer para repartir y repartir para crecer. Y la socialdemocracia que represento siempre va a estar en eso».
En esta última frase resume muchas cosas de las que está pasando en España y de las que el único responsable es el propio Pedro Sánchez, puesto que ha vuelto a renegar del socialismo como ideología sobre la que asentar la acción política. Él se define como socialdemócrata, con todo lo que eso supone. Entonces, mientras acusa de negacionismo a la oposición, Sánchez no ve su «renegacionismo» respecto a la ideología que debería defender por ser presidente bajo las siglas del PSOE.
Finalmente, respecto a la situación de la pandemia, Pedro Sánchez ha señalado que «vamos hacia una enfermedad endémica en lugar de una pandemia como hasta ahora. Hay que responder con nuevos instrumentos a esta situación. Este año estamos viendo como las farmacéuticas trabajan en esta dirección. Quiero hacer un anuncio. El Gobierno de España va a hacer una compra de los antivirales Covid que está haciendo Pfizer. España comprará 344.000 dosis en el mes de enero».