El desastre electoral de Madrid sigue cobrándose víctimas en el PSOE. Primero dimitió José Manuel Franco de sus cargos en el PSOE-M y ahora, tras la reunión de la Ejecutiva Federal, comienzan a conocerse las decisiones adoptadas por Pedro Sánchez para afrontar esta crisis política y para intentar revertir las consecuencias de un adelanto electoral en Andalucía.
Uno de los puntos más importantes a tratar era la permanencia o no de Iván Redondo, a quien se ha responsabilizado del fracaso, tanto desde la Federación Socialista de Madrid como a través de importantes dirigentes que estaban presentes hoy en la reunión.
Según fuentes consultadas por Diario16, Sánchez ha decidido mantener a Iván Redondo dentro de su equipo, pero con mucho menos poder del que, hasta ahora, se le había otorgado. Es decir, ejercerá de estratega y seguirá como Jefe de Gabinete del presidente, pero ya no tendrá capacidad de decisión en el apartado orgánico o de estrategia electoral.
En segundo término, Sánchez ha dividido al equipo de Redondo, puesto que uno de sus miembros más destacados, Francisco Salazar, será el responsable a partir de ahora de las relaciones entre el partido y el Gobierno.
Quien no haya seguido la trayectoria política de Pedro Sánchez pensará que se trata de una locura que, en un momento tan delicado, se haya puesto patas arriba a dos de las federaciones más importantes del PSOE o que haya diseccionado el departamento dirigido por su Jefe de Gabinete.
Sin embargo, Pedro Sánchez ha vuelto a poner en marcha la estrategia del «divide y vencerás» para, pensando que aún tiene el apoyo de la militancia, debilitar a sus adversarios cuando, en realidad, lo que está haciendo es iniciar una especie de demolición de un partido que el pasado día 2 de mayo cumplió 142 años.
Por un lado, la Federación Socialista Madrileña, a la que ya descabezó, purgó y dividió en febrero de 2015 sin que aún se haya asumido ninguna responsabilidad por ello. En otro orden, el PSOE de Andalucía ya estaba dividido antes del 4 de mayo en 4 facciones y la decisión de adelantar las primarias como estrategia a un posible adelanto electoral por parte del PP no haría más que abundar en esa división.
Sin embargo, Susana Díaz ha reaccionado y que la decisión de adelantar la elección de candidatos a esos posibles comicios desde Madrid, sin que el PSOE-A lo hubiera solicitado, ha exacerbado muchos ánimos que podría tener como consecuencia que una de las posibilidades que se manejaban se haga efectiva: que Díaz sea la candidata para quemarla definitivamente y crear una crisis similar a la que se está viviendo en Madrid para que una gestora sea la que determine el futuro del PSOE andaluz.
Fuentes de los socialistas andaluces han afirmado a Diario16 que se están produciendo movimientos extraños que están llevando a que muchos alcaldes y alcaldesas que no tenían intención de apoyar a Susana Díaz, estén cambiando de parecer porque ven que al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, lo están «paseando» en actos institucionales, como el que se celebró en Alcalá de Guadaira con la ministra María Jesús Montero, en la presentación del proyecto «Corazón Industrial de Andalucía», en el que, por cierto, participó el expresidente de la SEPI, Vicente Fernández. ¿Qué hacía Juan Espadas en una localidad en la que su alcaldesa es una declarada susanista?
Divide y vencerás, ese es el lema con el que Sánchez está dirigiendo al PSOE, algo que le puede procurar algún que otro disgusto porque, aunque ya no se le puede declarar una moción de censura tras las reformas estatutarias y reglamentarias implementadas por él, puede tener que afrontar el 40 Congreso Federal con dos federaciones descabezadas o con una Susana Díaz empoderada si consiguiera ganar al PP mientras él tendría que asumir la derrota de Madrid.