El gobierno y los aparatos de propaganda de Pedro Sánchez ya se han lanzado a tergiversar y manipular el dictamen de la Comisión de Venecia, un documento que es más crítico que anuente con la Ley Sánchez de Amnistía.
Aunque el dictamen de la Comisión de Venecia indica elementos favorables al gobierno, como que la Ley Sánchez de Amnistía no va en contra del Estado de Derecho, la realidad es que el dictamen expuesto hoy por Marta Cartabia, vicepresidenta de la Comisión, en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo.
El gobierno de Sánchez y el PSOE, junto con sus órganos de propaganda, se agarrarán a que Cartabia ha dicho que "una vez repasadas las normas internacionales y del derecho comparado teniendo en cuenta 54 estados de la comunidad internacional, queda claro que amnistías de este tipo no van en contra de la separación de poderes […] El Poder Judicial ha de decidir si las personas especificadas pueden cumplir con los requisitos para ser aplicada."
A partir de aquí, la Ley de Amnistía ha sido puesta en cuestión que no cumple con una serie de estándares que la Comisión de Venecia pone en duda que se puedan aplicar en la ley de Sánchez. En primer lugar, considera el marco de aplicación demasiado amplio y muy difuso. "No se estipula qué delitos están cubiertos por la amnistía sino cualquier acto considerado un delito penal que estuviera encaminado a promover la secesión o la independencia. Son cláusulas bastante abiertas que restan claridad y precisión. Por eso la Comisión de Venecia recomienda limitar y definir mejor el ámbito de la amnistía," ha dicho Cartabia.
Respecto a quiénes se favorecerán de la Ley Sánchez de Amnistía, la Comisión de Venecia también es muy crítica, puesto que no ha dudado en señalar que este tipo de medidas de gracia son impersonales, jamás personalistas, razón por la cual los criterios aplicados no deben estar condicionados por la situación de una persona concreta, hecho que, evidentemente, impregna toda la Ley Sánchez de Amnistía, un texto creado para la situación de Carles Puigdemont.
Además, respecto a la inclusión de delitos de terrorismo, también ha recibido la censura de la Comisión de Venecia. "Nuestro principio rector tendría que ser que sólo se ajusta a las leyes internacionales si la violación de derechos humanos queda excluida," ha expresado la vicepresidenta Cartabia.
Otro de los temas en los que la Comisión de Venecia ha vuelto a ser muy crítica es el sistema de tramitación de la Ley Sánchez de Amnistía, dado que se insiste una vez más en que la aprobación de la misma tendría que ser por mayoría cualificada, es decir, dos tercios del Congreso. Es decir, la misma mayoría necesaria para una reforma constitucional.
Respecto a esto, y a pesar de que el aparato de propaganda monclovita y socialista ya se está agarrando al hecho de que no se haya pedido una reforma de la Constitución, Cartabia ha insistido en que la cuestión de la amnistía debería incluirse en la Carta Magna.
Uno de los puntos en los que más se apoyan los aparatos de propaganda de Moncloa y del PSOE es que la Ley Sánchez de Amnistía busca la reconciliación. Una hermosa palabra, desde todos los puntos de vista que se quieran mirar. Qué bello es reconciliarse. Sin embargo, en España lo que ha provocado la amnistía es una mayor división, no sólo por el rechazo que esta ley ha generado entre las personas conservadoras, sino también entre la mayoría de los votantes socialistas.
La Comisión de Venecia, en este punto, ha sido contundente. "el Parlamento español, al decidir si aprueba el proyecto de amnistía, con qué contenido y por qué mayoría, tendrá que abordar la cuestión de si la normalización de Cataluña puede lograrse a pesar de que la proposición de ley de amnistía ha ahondado la profunda y virulenta división en la clase política, en las instituciones, en la judicatura, en los ámbitos académicos y, sobre todo, en la sociedad española."