La segunda parte del discurso de investidura de Pedro Sánchez se ha caracterizado por una exposición de profundas reformas de cariz social con el objetivo de reforzar el escudo social y el estado del bienestar.
"Vamos a desplegar los 115.000 millones de euros para ayudar a que el proceso de cambio llegue a todos los puntos territoriales de nuestro país para tener mejor y mayores empleos, y vamos a seguir creando contratos de calidad," ha señalado.
Por otro lado, ha anunciado que el próximo gobierno blindará por ley que el salario mínimo interprofesional suba cada año para mantenerse en el 60% del sueldo medio y, sobre todo, la reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas. "Queremos que el poder adquisitivo vuelva a crecer. Somos, junto a Francia, el país que más poder adquisitivo ha recuperado. El problema no ha pasado, la vida está más cara, pero vamos a dejarnos la piel,", ha afirmado.
Destaca la apuesta que Sánchez pretende hacer en favor del transporte público gratuito, el mantenimiento de la rebaja del IVA hasta 2024 y, sobre todo, el mantenimiento del actual sistema de revalorización de las pensiones.
Sánchez ha anunciado, además, un ambicioso plan para la mejora del Sistema Nacional de Salud para, sobre todo, reducir las listas de espera sanitarias.
Otro de los aspectos a los que Sánchez se ha comprometido es la vivienda a través del incremento de la cuantía del bono del alquiler, la creación de una línea de avales que permita cubrir el 20% de las hipotecas y la habilitación de 183.000 viviendas.