Si a Ayuso le gusta la Superliga es que la idea no puede ser buena

22 de Diciembre de 2023
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Ayuso

Si Ayuso está a favor de algo, ese algo no puede ser bueno para la humanidad. Aunque estemos hablando de fútbol. “Quisiera aprovechar la oportunidad para felicitar al Real Madrid, puesto que hoy ha tenido un gran éxito al ver la luz verde por parte de la Justicia europea a la Superliga. Y quiero felicitar a Florentino Pérez por el trabajo que ha realizado también en estos años por este nuevo éxito”, aseguró la presidenta madrileña minutos después de conocerse la histórica decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

¿Sabe Ayuso de fútbol? Probablemente ni papa. ¿Está al tanto de los entresijos que rodean a un deporte convertido en espectáculo a escala mundial? Seguramente tampoco. Debe controlar más bien poco sobre el fair play financiero, los derechos de los clubes y los complejos contratos publicitarios de imagen. Pero ella ya ha felicitado a Florentino por su victoria en los tribunales. Y no lo hace porque esté convencida de que la sentencia del TJUE es lo mejor para el deporte, que eso ni le va ni le viene. Lo hace porque sabe que con el gran magnate de la construcción de este país hay que estar a buenas. Ahí sí que demuestra ser astuta la muchacha, para qué vamos a engañarnos.

Lo más probable es que la noche anterior de conocerse la resolución judicial que ha puesto patas arriba el mundo del fútbol, antes de irse a dormir, la presidenta diera un telefonazo a MAR y le preguntara: “Oyes, Miguel Ángel, ¿eso de la Superliga, qué demonios es? ¿La UEFA es una señora mayor?” Le pediría cuatro pinceladas rápidas al gurú de la comunicación de Génova, para salir airosa del canutazo mañanero con los periodistas, y a otra cosa. Bastante tiene ya con ponerse al día sobre las nuevas teorías de la libertad (que ella confunde con la acracia anarcocapitalista), sobre la Constitución, la configuración del Poder Judicial, la amnistía, las bondades de la fruta y algo de historia de ETA que siempre viene bien (ya se sabe que su señoría cree que la banda sigue viva, de modo que nunca está de más leer algo sobre el tema para afearle a Sánchez su separatismo traidor y felón). La lideresa sabe de inventar infundios y bulos trumpistas contra el presidente del Gobierno, de redactar tuits incendiarios, de poner en su sitio a Feijóo (de eso va sobrada). Pero del negocio del fútbol internacional, saber, lo que se dice saber, poco o nada. Una negada.

Ayuso tendría que dedicarse a lo suyo, a resolver los problemas de la Sanidad madrileña (que a este paso pronto no habrá un solo médico en la pública para atender a los enfermos), a arreglar los socavones de la M30 y a darle una solución a los pobres vecinos de San Fernando que se han quedado sin casa por las obras del Metro. Pero no. No le bastó con declarar su satisfacción con la sentencia del TJUE, sino que corrió a Twitter, ahora X, para teclear: “La libre competencia fue siempre mejor que los monopolios. Esta nueva competición revolucionará el fútbol. El tiempo le dará la razón”. Una idea que vino a completar su convencimiento de que la Superliga “va a redundar en grandes beneficios” para la Comunidad de Madrid. Siendo sinceros, no entendemos de qué manera los madrileños van a ganar con el pifostio futbolístico que se ha montado, en todo caso ganarán Florentino y el Real Madrid (esperemos que algún día nos lo explique).

Lógicamente, la presidenta se había metido en un charco, y de inmediato recibió contestación del propio Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, un escandalizado con el proyecto de Florentino que, según él, puede acabar con los valores esenciales del deporte. “Estimada presidente Díaz Ayuso. Me parece que clubes de la Comunidad de Madrid como Atleti, Rayo Vallecano, Getafe CF, CD Leganés y Alcorcón no están muy de acuerdo con esta felicitación, ni tampoco La Liga que presido”. Un zasca en toda regla que acompañó con dos emojis elocuentes: dos caritas de estupor. Pasemos palabra.

De alguna manera, es lógico que Ayuso se haya posicionado de lado de la Superliga. A fin de cuentas, ella es una supremacista, una insigne representante de las élites castizas, y el torneo que prepara Florentino es una especie de selecto club de ricos donde no tiene cabida el pobre, el club modesto, el débil que lucha por abrirse paso a codazos entre las dinastías aristocráticas del fútbol. Así que, por una vez, y sin que sirva de precedente, está siendo coherente con sus principios económicos y políticos y con su forma ultraliberal de entender la vida y el mundo.  

Afortunadamente, hay otros dirigentes más concienciados con la justicia social y la igualdad bien entendida. Es el caso del vicepresidente de la Comisión Europea, el griego Margaritis Schinas, quien trasladó su apoyo al modelo actual de fútbol a través de un post publicado en la misma red social de Elon Musk. “El principio fundamental de Europa es la solidaridad. Nuestro apoyo constante a un modelo deportivo europeo basado en valores no es negociable”, puntualizó. Y no lo está diciendo un peligroso comunista bolivariano, sino un destacado miembro del partido Nueva Democracia, o sea el centroderecha europeo de toda la vida, algo muy alejado ya del conservadurismo falangizante de Ayuso, que de tanto alternar con Vox cualquier día saca la motosierra como Milei y no deja ni una consejería abierta ni un árbol en El Retiro.

Aquí, lo que ha pasado es que Lady Libertad oyó decir a los magistrados belgas que la UEFA y la FIFA forman un monopolio y enseguida pensó: tate, monopolio, control del mercado, estalinismo. Ya lo tengo. Aquí hay filón para seguir arreándole a Sánchez. No sabe ná la niña.

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