El líder indiscutible del PSOE, Pedro Sánchez, ha situado nítidamente el horizonte estratégico del partido en vencer al Partido Popular en las próximas elecciones generales de 2027, tras haber renovado su liderazgo en el 41 Congreso Federal celebrado este pasado fin de semana en Sevilla. Para ello, la plaza territorial indiscutible para lograr su propósito es precisamente Andalucía, otrora granero indiscutible del socialismo patrio para doblegar al PP a nivel nacional en una convocatoria electoral y actualmente en horas bajas, pese a la ofensiva judicial a cuentas de la gestión sanitaria del ejecutivo andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla, con tres altos cargos sanitarios del Gobierno autonómico imputados por presunta prevaricación.
Desde que Moreno Bonilla asumió el poder en Andalucía en 2019, el PP ha ganado en esta comunidad hasta cuatro elecciones consecutivas y sondeo electoral tras sondeo al PSOE de Juan Espadas, secretario general de los socialistas andaluces tras ganarle las primarias a Susana Díaz en junio de 2021. Pese a todo ello, Espadas se reivindica como candidato oficial a las primarias de comienzos de 2025 aunque reconoce voces críticas a su gestión, que, por el momento, evidencian más barullo que organización solvente para disputarle el liderazgo a escasos 82 días de celebrarse el congreso regional los días 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada), días previos al 28-F, Día de Andalucía.
El proceso previo a este congreso regional serán las primarias andaluzas, que en caso de celebrarse lo harán con el tiempo contado para una mínima organización interna y cohesionada en torno a una corriente crítica a la oficial que representa Espadas. Las precandidaturas para las primarias del PSOE andaluz, que cuenta actualmente con unos 40.000 militantes, la federación más numerosa, deben presentarse a comienzos de enero de 2025 y la votación se resolvería el 10 de febrero en caso de disputa.
Hasta la fecha, los críticos a Espadas han sido voces deshilvanadas y escasamente organizadas y, sobre todo, aún sin un líder claro que pueda disputarle con mínimas garantías de éxito la dirección andaluza del partido al ex alcalde de Sevilla. Únicamente un perfil rotundo y marcado por designación de Ferraz –como será previsiblemente el caso del ministro para la Transformación Digital, Óscar López, para sustituir al dimitido Juan Lobato al frente del PSOE madrileño– podría poner en apuros a estas alturas el liderazgo de Espadas al frente del PSOE de Andalucía. No debe olvidarse que la próxima cita electoral en el horizonte serán las autonómicas andaluzas en 2026, a priori un año antes de las decisivas generales de 2027.
En ningún caso se contempla la posibilidad de que María Jesús Montero decida asumir el reto de disputarle a Espadas la dirección del PSOE andaluz
En ningún caso se contempla la posibilidad de que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, la también sevillana María Jesús Montero, decida asumir el reto de disputarle a Espadas la dirección del PSOE andaluz, sobre todo después de confirmarse en este 41 Congreso Federal de Sevilla la renovación de su cargo como vicesecretaria general del partido, la número dos indiscutible del PSOE hoy por hoy.
En octubre pasado, dio la cara una corriente denominada Bases andaluzas socialistas, que se presentó como “netamente socialista y andalucista, coherente con la historia singular de Andalucía y atendiendo al relevante papel que el PSOE-A ha representado en la historia del socialismo español”. Otro medio centenar de socialistas andaluces publicó también el pasado noviembre un artículo titulado ‘Andalucía y socialismo andaluz’, en los periódicos del Grupo Joly. Estaba encabezado por el ex portavoz socialista José Caballos, un histórico del PSOE sevillano que forma parte en la actualidad del Comité Director de Andalucía. También el actual diputado en el Parlamento andaluz Mario Jiménez ha hecho público su descontento con la gestión de Espadas en reiteradas ocasiones a través de redes sociales. Jiménez, que llegó a ser número 2 del PSOE andaluz en tiempos de Susana Díaz y portavoz parlamentario, también asumió la presidencia de la gestora del PSOE cuando Sánchez fue defenestrado de la secretaría general del partido en 2016. A nivel orgánico actual, solo el secretario provincial del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, se ha desmarcado expresamente del liderazgo de Espadas en Andalucía. El resto ha cerrado filas con el actual líder autonómico.
Mientras tanto, a las puertas de un crucial proceso de primarias en Andalucía, Susana Díaz ni está ni tampoco se la espera en estas lides, aunque no ha perdido ocasión de mostrar sus discrepancias con Espadas. En las últimas primarias andaluzas, en junio de 2021, Espadas superó a Díaz en 16,7 puntos de ventaja y cerró totalmente las puertas a la continuidad de la ex presidenta al frente del PSOE andaluz. El tercero en liza en aquellas primarias, el profesor universitario Luis Ángel Hierro, que obtuvo poco menos de 2.000 apoyos entonces, sigue activo en sus críticas a la dirección del PSOE andaluz, pero también escasamente efectivo en la intención de erosionar el poder interno de Espadas.
La que fuera lideresa indiscutible del PSOE andaluz tras el dedazo de su predecesor, José Antonio Griñán, ha rideccionado su carrera política como senadora y también como tertuliana televisiva. En su debe está el haber logrado la victoria más amarga de los socialistas andaluces en diciembre de 2018, cuando por primera vez en España se abría las puertas de la representatividad parlamentaria a la ultraderecha, e incluso el PP posibilitó que gobernara desde fuera del ejecutivo con un pacto programático.
Este es el panorama actual, a grandes rasgos, del PSOE andaluz, decisivo para una victoria de Sánchez en las generales de 2027. Un buen resultado de los socialistas en las autonómicas andaluzas daría aire a Sánchez frente a Feijóo. En caso contrario, el panorama se cerniría más que oscuro.