El candidato del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha aconsejado a los suyos que tomen vacaciones y desconecten las próximas semanas tras el intenso periodo electoral vivido en los últimos tres meses. La próxima fecha en el calendario político será el 17 de agosto, cuando se constituyan las nuevas cámaras. A partir de entonces, será el jefe del Estado, Felipe VI, el que inicie la ronda de consultas con los representantes de las formaciones políticas elegidas por los ciudadanos para, posteriormente, decidir el candidato elegido para encargarle la formación de gobierno. El deseo mostrado hasta ahora por el ganador de las elecciones generales del pasado 23J, Alberto Núñez Feijóo, es intentar formar gobierno, pero las matemáticas parlamentarias le dicen todo lo contrario desde el minuto uno, ya que ninguna de las opciones barajadas por el Partido Popular tiene el más mínimo viso de prosperar en una hipotética sesión de investidura.
La cúpula del PP ha cerrado filas, de momento y en apariencia, en torno a su líder y candidato, y también ha respaldado su deseo de formar gobierno pese a las enormes dificultades que ello conlleva. La estrategia de Feijóo pasa ahora por convencer a Sánchez para que posibilite su investidura, pese a que “derogar el sanchismo” ha sido el eje de su acción de oposición durante los últimos cuatro años y también en las pasadas elecciones municipales, autonómicas y generales. Aunque sólo se han oído voces aisladas en el seno del PP que cuestionan ya el liderazgo de Feijóo, cada vez son más las dudas que asaltan al líder del PP para seguir adelante con su deseo de presentarse a la Sesión de Investidura, siempre y cuando el jefe del Estado lo elija a él para formar gobierno y no a Sánchez, una opción esta última mucho más viable de inicio gracias a la predisposición al acuerdo que, tras la misma noche electoral, han mostrado las formaciones que durante la pasada legislatura apoyaron la acción del gobierno de coalición.
En el calendario electoral que se despliega a partir de ahora tiene una importancia decisiva la constitución de la nueva Mesa del Congreso de los Diputados. En estas votaciones, que se harán tras la constitución del Congreso y el Senado el día 17 de agosto, los partidos llegan a acuerdos y estos son el termómetro perfecto para comprobar el grado de engrasamiento de los pactos poselectorales que pueden llevar o no a un candidato a la Presidencia del Gobierno a una sesión de investidura. Mientras Feijóo ya ha recibido el “no” de inicio de PSOE, PNV y Coalición Canaria, Sánchez ya ha encontrado predisposición al acuerdo con Sumar, PNV, BNG, ERC y EH Bildu, prácticamente los mismos aliados que ya tuvo durante la pasada legislatura.
La constitución de la nueva Mesa del Congreso en agosto será el termómetro perfecto para comprobar el grado de engrasamiento de los pactos poselectorales que lleve a un candidato a una sesión de investidura
La Presidencia del Congreso de los Diputados se obtiene por mayoría absoluta. Quien se haga con este puesto en las votaciones será clave para que el jefe del Estado se decante por un candidato u otro para encargar la formación de gobierno. En caso de que en una primera vuelta el aspirante no logre esa mayoría de los votos de la Cámara, debe repetirse la votación entre los dos candidatos con más apoyos. Finalmente, logra el puesto el que obtenga más votos (mayoría simple). Ese mismo día, el recién elegido presidente o presidenta de la Cámara baja se desplaza al Palacio de la Zarzuela para informar al Rey.
Respecto al Senado, no existe la más mínima duda, ya que el PP ha obtenido mayoría absoluta, que en la Cámara alta está en 133 escaños. Los populares han recuperado más de 30 escaños hasta llegar a los 120 representantes, a los que hay que sumar 23 de designación autonómica.
La siguiente fecha en el calendario político será la semana del 21 de agosto, cuando previsiblemente Felipe VI convoque en Zarzuela a todos los representantes de las formaciones con presencia en el Congreso y decida a continuación el candidato elegido para someterse a la Sesión de Investidura. Mientras, el 24 de agosto finaliza el plazo de cinco días hábiles para formar los grupos parlamentarios del Congreso. A continuación, la Mesa del Congreso deberá ratificar los grupos parlamentarios para constituir la Junta de Portavoces.
Con el incierto reparto que han arrojado los resultados electorales del 23J, es más que probable que el Debate de Investidura no se celebre hasta finales de agosto o comienzos de septiembre. Es investido presidente el candidato que logra la confianza del Congreso en la primera votación sumando la mayoría absoluta (176 diputados) o, en una segunda votación, a celebrarse 48 horas después, por mayoría simple. La fecha de la primera votación de investidura condiciona el calendario en caso de repetición electoral, ya que, en el supuesto de un bloqueo parlamentario, las Cortes se disolverán al cumplirse dos meses de esa fecha para celebrar elecciones 47 días después.