El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, ha admitido a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño. Según el escrito formulado por el Ministerio Público, se les atribuye la supuesta comisión de los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales por irregularidades en una operación de compraventa de material sanitario en marzo de 2020, con ganancias de más del 148%.
El magistrado tomará declaración a los dos querellados, así como a los testigos necesarios para esclarecer los hechos. Las diligencias no son secretas y el magistrado ha ofrecido acciones al Ayuntamiento de Madrid para personarse en el procedimiento.
Estafa agravada, blanqueo de capitales y falsedad documental.
Por estos tres delitos se ha querellado la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada contra Luis Ramón Medina Abascal, hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, y Alberto Javier Luceño. Según el documento, al que ha tenido acceso Diuario16, ambos investigados, “actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico, ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China”.
Mascarillas, guantes y test de diagnóstico de COVID-19 en mal estado
El material sanitario habrían costado al consistorio casi 12 millones de dólares, de los que inicialmente tres millones fueron a parar a Medina y hasta ocho millones a Luceño. Ambos se habrían llevado comisiones del 21% y del 49%, respectivamente, aunque posteriormente se devolvió una parte del material, razón por la que se redujeron finalmente las comisiones a seis millones de dólares (uno para Medina y algo más de cinco para Luceño).
Falso experto
Según la querella, Alberto Luceño se presentó “como experto en importación de productos procedentes del mercado asiático”, con fábricas en China a su disposición, y “como agente exclusivo de una empresa malaya”, a través de la cual se iba a realizar la importación.
Aseguró actuar movido por el deseo de colaborar en la lucha contra la pandemia. Mientras morían los españoles por miles, estos dos personajes se forraban.
No tenía experiencia significativa en negocios de importación, tampoco disponían de fábricas en China, Tampoco era agente exclusivo de la mencionada empresa. Por su parte, Medina se aprovechó de su amistad con un familiar de Almeida, alcalde de la ciudad.
Se habrían firmado tres contratos, gracias a los amiguismos en el Ayuntamiento madrileño, con precios inflados que eran comisiones.
Precios inflados
Los precios que fijó Luceño e impuso al Ayuntamiento de Madrid amparándose en su falsa posición de fabricante y agente exclusivo de la compañía vendedora eran desorbitantes y una absoluta inmoralidad.
Según el documento de Anticorrupción, “Luceño ocultó que un elevado porcentaje del precio ofertado (aproximadamente el 60% en el caso de las mascarillas, el 81% en el caso de los guantes y casi el 71% en el caso de los test) correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir”.
148% de beneficios
Anticorrupción señala que “el precio real de venta de las mascarillas era de 2,6 millones de dólares, si bien los querellados inflaron artificialmente su precio para llevarse un beneficio de cuatro millones (el 148% del precio real del producto)”. Ç
Los guantes, eran de “ínfima calidad y que solo llegaban hasta la muñeca”. Además, con una fotografía tomada en un supermercado de Madrid, se comprobó que un par de guantes de la misma calidad y características, “se ofrecían al público por 0,08 céntimos, cuando el Ayuntamiento pagaba dos dólares”.
Test defectuosos
La Fiscalía señala que gran parte de los test COVID que recibió el Ayuntamiento de Madrid eran defectuosos: “Concretamente, de los 250.000 test recibidos, solo 75.000 tenían un nivel de sensibilidad aceptable (94 %); 115.000 tenían un nivel de sensibilidad del 80 %, y un lote de 60.000 test tenía un nivel de sensibilidad especialmente bajo, del 66,7 %”.
Tras reclamar una devolución, Luceño habría contestado que “el vendedor no estaba dispuesto a devolver el dinero, pero sí a enviar una nueva remesa de test”. “No consta que hasta la fecha se hayan enviado nuevos reactivos ni que se haya corregido de otra manera el defecto de sensibilidad de los test”.
Coches de lujo y yates mientras morían los españoles
Con el dinero de las comisiones, Alberto Luceño compró tres relojes de la marca Rolex valorados en 42.450 euros en total, y vehículos de lujo como un Aston Martin DBS Superleggera; un Ferrari 812 Superfast; un Lamborghini Huracán Evo Spider; un McLaren 720S; un Porsche Panamera y varios Mercedes, valorados en total en más de 1 millón de euros. También gastó 1.107.400 euros más en una vivienda con tres plazas de garaje en Pozuelo de Alarcón.
Un yate llamado “Feria” como el ducado de su padre
Por su parte, Medina adquirió un yate modelo Eagle 44, llamado “Feria”, como el ducado de su padre, que ha sido registrado en Gibraltar y por el que pagó 325.515 euros.