Igual que ha visto con buenos ojos el polémico empadronamiento exprés en el domicilio del líder granadino de Vox de la diputada alicantina Macarena Olona, candidata a la Junta de Andalucía por la formación ultraderechista, la Junta Electoral tampoco ve mal que el partido de extrema derecha haga uso de la bandera de España en su cartel electoral oficial, porque considera que esta formación no tiene afán de “apropiación” del emblema nacional. De este modo, la Junta Electoral de Andalucía (JEA) ha desestimado dos denuncias de la coalición Andaluces Levantaos en las que criticaban el supuesto “uso partidista” de la bandera española en la propaganda electoral de Vox.
La JEA asegura en dos acuerdos adoptados este pasado martes que no existe por parte del partido de extrema derecha “pretensión de apropiación o como instrumento de confrontación” al hacer uso de la bandera nacional en su propaganda electoral. En cambio, el organismo encargado de velar por la limpieza del proceso electoral en Andalucía sí veta cualquier “instrumentalización de la bandera de España por cualquier formación política”.
La JEA asegura que la utilización de la bandera nacional por parte de Vox se lleva a cabo “de modo discreto y respetuoso, como elemento puramente accesorio”
En este sentido, su labor prioriza “verificar si existe un intento de sustraer a la bandera de España su específica naturaleza como símbolo común, pretendiendo apropiársela y convertirla en un elemento de confrontación”. En este caso de Vox, la JEA no ha apreciado en ningún momento un intento de apropiación para espolearla como elemento de confrontación. En la respuesta a las denuncias de Andaluces Levantaos, la Junta Electoral considera que “la utilización de la bandera de España de conformidad con su caracterización normativa, respetando su condición de símbolo común y, en cuanto tal, utilizable por todos, sin pretensiones de instrumentalización, aunque pueda tender a expresar un compromiso de las formaciones políticas con lo que la bandera supone, resulta plenamente admisible, sin perjuicio, claro está, de la existencia de específicas prohibiciones o limitaciones normativas que responden precisamente en su esencial finalidad a esa interdicción de la instrumentalización de la bandera de España”.
La JEA asegura que la utilización de la bandera nacional por parte del partido de extrema derecha se lleva a cabo “de modo discreto y respetuoso, como elemento puramente accesorio”, por lo que no aprecia “una pretensión de apropiación o de empleo como instrumento de confrontación”. Pese a ello, admite que “ciertamente puede pretender reflejar expresamente, en ocasiones con intensidad, el compromiso de la formación política con lo que la bandera de España supone”.