La reciente asamblea de Sumar, la plataforma política liderada por Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, ha marcado un hito significativo en su corta historia, a pesar de la baja participación observada. Con un respaldo del 81,6% de los votos, la candidatura de Díaz ha obtenido una victoria aplastante, aunque este éxito se ve matizado por el hecho de que solo votaron 8.179 personas, lo que representa el 57,6% del censo activo y apenas el 11,7% del total de inscritos en la plataforma, que asciende a unos 70.000 miembros.
Más de 8.000 votantes apoyan a Yolanda Díaz
Este evento no solo simboliza el comienzo formal del proceso de consolidación de Sumar sino que también pone de manifiesto los desafíos y las dinámicas internas que enfrenta este proyecto político emergente. A través de la votación, se han ratificado los pilares ideológicos de Sumar: el feminismo, el ecologismo, y el laborismo, que conforman su propuesta de batalla ideológica contra la derecha. Además, se ha establecido un modelo organizativo y un código ético que guiarán las acciones futuras de la plataforma.
Sin embargo, la baja participación en la asamblea contrasta notablemente con otros procesos participativos recientes dentro del espectro político de la izquierda en España. Por ejemplo, más de 30.800 militantes participaron en una votación de Podemos el pasado noviembre, y 7.245 militantes de Izquierda Unida votaron en sus últimas primarias para elegir a su candidato a las europeas. Este contraste podría indicar una necesidad de Sumar de intensificar su labor de movilización y de establecer un diálogo más profundo con su base potencial.
Una dirección que suma
La elección también ha delineado la configuración inicial de la dirección de Sumar, otorgando a la lista de Díaz la mayoría de los puestos. No obstante, se espera que el resto de los partidos y organizaciones implicadas en el proyecto designen a sus representantes para completar el órgano de coordinación, lo que subraya la importancia de la colaboración y el consenso dentro de la diversidad de la izquierda española.
Aunque Sumar busca ser una fuerza transformadora en el panorama político español, enfrenta retos significativos, tanto externos como internos. La convocatoria electoral en Cataluña y las complejidades de la agenda social dentro del gobierno de coalición son solo algunos ejemplos de los obstáculos externos. Internamente, la plataforma debe manejar las tensiones y expectativas de sus diferentes componentes, como lo demuestra la reciente controversia con Izquierda Unida en Madrid y el enfoque hacia la colaboración con Más Madrid.
Hay que construir una base sólida hacía la izquierda
Este contexto sugiere que Sumar se encuentra en un momento crítico de definición, en el que debe equilibrar su visión de cambio y transformación con las realidades prácticas de construir una base sólida y amplia de apoyo. La asamblea ha sido un paso importante en este proceso, estableciendo las bases ideológicas y organizativas de la plataforma, pero el camino hacia una mayor consolidación y impacto político requerirá de estrategias efectivas de movilización, diálogo y alianza.
En conclusión, la primera asamblea de Sumar, aunque marcada por una baja participación, ha sentado las bases para el futuro desarrollo de esta prometedora plataforma política. El desafío ahora es construir sobre este fundamento, ampliar el alcance y la base de apoyo de Sumar, y avanzar hacia los objetivos de cambio y transformación social que aspira a lograr. Este es un momento de oportunidad y de prueba para Sumar, en el que su capacidad para movilizar, inspirar y unificar será clave para su éxito y relevancia en el cambiante panorama político de España.