El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero muy enfadado contestó ayer al periodista de la COPE, Carlos Herrera a sus insistentes manipulaciones sobre la historia del fin de ETA. También cortó en seco al periodista cuando llamo filoetarras a los parlamentarios de EH Bildu. Para él la formación de Arnaldo Otegi “es un partido que cumple todos los requisitos democráticos pero que todavía tiene muchos pasos que dar, como reconocer el daño causado con más intensidad o no llevar presos en sus listas”.
Vuelve el 'Sindicato del Crimen'
Los intentos de la derecha mediática, en esta entrevista encarnado en Carlos Herrera, en relacionar al Gobierno con ETA fueron constantes, recordando aquel “Sindicato del Crimen”, cuando un grupo de periodistas y escritores de derechas, amigos de Aznar, se reunieron con el único fin de acabar con Felipe González.
Fueron tres famosos periodistas nada sospechosos de afinidades ideológicas con el PSOE como son Luis María Ansón, Pablo Sebastián y Luis del Olmo lo fundaron el 13 de agosto de 1993, en Marbella una reunión a la que asistieron también, entre otros, Pedro J. Ramírez, José Luis Balbín, Manuel Martín Ferrand, Antonio Burgos, Antonio Herrero, José Luis Gutiérrez, Julio Cerón, José María García, Federico Jiménez Losantos, Camilo José Cela, Antonio Gala, Francisco Umbral, José Luis Martín Prieto, Antonio García-Trevijano, Raúl del Pozo y Julián Lago, con el objetivo formal de fundar la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes (AEPI), que no tardó en ser conocida, con el nombre de “Sindicato del Crimen”. Su objetivo era exclusivamente político: desalojar “como fuera” a Felipe González de la Presidencia del Gobierno de España. Lo mismo que ahora, acabar como sea con Pedro Sánchez.
Zapatero: “ETA terminó. La historia es así”
Tanto fue así, que Herrera en la Cope llegó a poner en duda cómo fue el final de la banda y bajo qué Gobierno terminó definitivamente su actividad. El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se calló y cortó en seco esas falsas afirmaciones con unas rotundas declaraciones.
“Bajo mi Gobierno se terminó ETA, se entregó ETA, se rindió ETA. Lo digo y lo afirmo. Y lo sé. Creo que después de todos los años que han pasado, puedo ser la persona que más datos tenga y que más información atesore. Fue con una doble estrategia de autoridad democrática y de acción política, donde el diálogo y la palabra tuvieron algo que ver, cuando ETA se entregó”, recordó.
Y añadió: “Podrán decir lo que quieran, pero la historia es así. A no ser que también ahora se intenten borrar los hechos más evidentes de la historia. No pasó con el Gobierno de Aznar, ni con el de Felipe González ni con el de Rajoy. Pasó con mi Gobierno. ¿Lo reivindico? Sí. ¿Estoy orgulloso de ello? Extraordinariamente. Le puedo asegurar que no ha habido un final más imperioso, en términos democráticos, más limpio, que ese final de ese terrorismo”.
Una conspiración política, financiera y mediática de muy alto calado, consistente en una campaña de intoxicación informativa
Zapatero: “EH Bildu un partido que cumple con los requisitos democráticos”
Sobre la formación de Arnaldo Otegi, EH Bildu, ha señalado que “es un partido que cumple todos los requisitos democráticos pero que todavía tiene muchos pasos que dar, como reconocer el daño causado con más intensidad o no llevar presos en sus listas”. Para el exlíder socialista, en la formación abertzale “tienen que ir más allá” y lo ha considerado “una exigencia ética, no legal”.
Vuelve la conspiración mediática, ahora contra Sánchez
En 1994 Luis María Ansón en unas declaraciones al escritor y notario Santiago Belloch publicadas en el semanario Tiempo reconoció que había una conspiración desde los medios de comunicación de la derecha para acabar con el Gobierno de Felipe González. Aquella conspiración está otra vez en marcha.
El escritor José Luis de Vilallonga lo denunció un año después, en un valiente artículo publicado en La Vanguardia el día 22 de agosto de 1994. En aquel artículo Vilallonga denunciaba “la existencia de una conspiración política, financiera y mediática de muy alto calado, consistente en una campaña de intoxicación informativa destinada en primera instancia a forzar la dimisión o el cese del entonces vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, para pasar luego a provocar la caída del presidente Felipe González y, como pieza mayor y final de aquella cacería, obligar al rey Juan Carlos a renunciar al trono, para dar paso a la proclamación de la Tercera República Española, con Antonio García-Trevijano como más que previsible presidente de la misma, aunque también se barajó al respecto el nombre de Mario Conde”.