El diario norteamericano The New York Times, publicaba ayer la información relativa a la posible autoría de los actos de sabotaje que hicieron explotar los gasoductos NordStream 1 y 2 el pasado mes de septiembre, bloqueando el suministro de gas procedente de Rusia, con destino Alemania y otros Estados miebro de la UE.
Concretamente, el NYT señala que «la inteligencia (norteamericana) sugiere que un grupo pro-ucraniano saboteó los oleoductos». Una información de la que otros medios de comunicación a nivel internacional se hicieron eco de manera inmediata, como Europapress, que titulaba así: «Informes de Inteligencia vinculan a un grupo afín a Ucrania con el sabotaje del NordStream, según el NYT».
Según la información de fuentes de inteligencia norteamericanas, dada por NYT, no consta que el presidente de Ucrania, Zelenskiy, haya tenido conocimiento de este sabotaje. Los datos recabados señalan que la autoría sería de un grupo contrario a Moscú, aunque por el momento no se han dado detalles sobre las personas concretas ni quién pudo financiarlo. Lo que sí han querido dejar claro es que no hubo ningún ciudadano norteamericano ni británico implicado en estos hechos.
La investigación conjunta llevada a cabo por canales alemanes como ARD, SWR, Zeit y Kontraste, apunta a que se habría actuado desde un yate alquilado, en el que habría seis personas a bordo. Fue alquilado en Polonia y era propiedad de dos ciudadanos ucranianos.
Según esta versión, el comando, formado por el capitán del barco, dos buzos, dos ayudantes de buceo y un médico (cinco hombres y una mujer), zarparon el día 6 de septiembre de 2022. Se desconoce la nacionalidad de estas seis personas, aunque se apunta a que posiblemente utilizasen documentación falsa.
La embarcación habría pasado por Alemania (Wieck auf dem Darss) y por Dinamarca (isla de Chistianso).
Fuentes de la investigación indican que la embarcación se entregó con restos de material explosivo en la mesa de la cabina. Tras la operación, según esta investigación, un servicio secreto occidental avisó a sus homólogos europeos de que «un comando ucraniano era responsable del ataque». Así lo confirma el diario Zeit.
Ucrania niega los hechos
El gobierno de Ucrania ha negado públicamente tener ningún tipo de conocimiento ni vínculo con estos hechos. Aunque ha habido ya información publicada que apunta a la posibilidad de que algún miembro del gobierno pudiera estar implicado, sin el conocimiento de Zelenskiy.
Rusia acusa a EEUU de intentar desviar la atención
El portavoz del Kremlin, Peskov, ha dado una entrevista a la agencia rusa de noticias Ria Novosti, donde ha señalado que se encuentra sorprendido por el hecho de que los funcionarios estadounidenses citados en los informes hayan podido hacer semejantes conjeturas sin haber realizado por su parte ninguna investigación de los hechos.
«Obviamente, aquellos que han planeado el ataque quieren desviar la atención. Es una campaña de engaño mediático coordinada», ha señalado.
Además, ha afirmado que «esto no es solamente extraño. Huele a crimen monstruoso. Al menos, los países accionistas de los oleoductos y de la ONU deberían exigir una investigación transparente de manera urgente, que implique a todas las partes que puedan arrojar luz sobre lo sucedido».
Desde la embajada de Rusia en Estados Unidos, también se han hecho valoraciones al respecto: Moscú ha considerado las filtraciones anónimas «como un intento de confundir a aquellos que sinceramente están tratando de llegar al fondo de las cosas en este crimen atroz».
