El Santander cierra un camino vecinal del que hay registros de uso comunal desde 1800

Nadie puede creerse nada de lo que el Santander diga de sí mismo. Las campañas de lavado de imagen de su presidenta están llenas del vacío de la incoherencia. Los hechos son crueles porque desmantelan todo aquello que no es cierto, sobre todo cuando se pretende presentar una imagen absolutamente contraria a lo que la realidad demuestra. Mientras Ana Patricia Botín hacía su tournée por Groenlandia, pisando con unos crampones y con un apretado arnés los glaciares de Groenlandia, el banco que preside actúa haciendo lo contrario de lo que ella afirmaba ante las cámaras de Planeta Calleja.  Tal vez por esta razón la gente no se creyó al personaje porque, mientras la señora Botín afirmaba categóricamente que el Santander no había desahuciado a nadie desde 2012, tenía previsto un lanzamiento de la familia de Giovanna en Madrid para el día 17 de enero. Afortunadamente, y, tal vez, por no hacer más evidente aún la hipocresía, el desahucio se paralizó.Es un hecho que el Banco Santander piensa que España es suya, lo mismo que cree que tiene la capacidad para gobernar sobre todos los españoles como Sauron con su anillo de poder: «Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas». En España el Santander no necesita de anillos ni de otros artilugios, ya tiene su control sobre una parte de ciertos poderes del Estado. Los ejemplos de esto ya son demasiados para un país que se autodefine como una democracia.La última muestra de lo anterior lo encontramos en el conflicto que el Santander ha provocado en la Comunidad de Madrid. El único camino vecinal que comunica las localidades de Navas del Rey y de Aldea del Fresno lleva bloqueada desde hace varios meses. El responsable de esto no es otro que el Santander. Es cierto que el banco presidido por Ana Patricia Botín es el propietario de la finca por la que pasa dicho camino del que hay registros de uso comunal del siglo XIX. En concreto, Jaime Peral, alcalde de Navas del Rey, afirmó en declaraciones a Madridiario, que «Manejamos planos de 1800 en los que queda bastante claro que es nuestro».Para evitar que los vecinos, senderistas o animales pasen por el camino vecinal el Santander ha ampliado las medidas de seguridad y, además de una puerta metálica, ha colocado a agentes de seguridad privada, lo que, además, ha provocado roces con los vecinos.Los alcaldes de ambas localidades madrileñas han trasladado al banco su obligación de respetar las servidumbres y de adaptar los requisitos que están inherentes en un camino vecinal. Según los regidores, el Santander está cometiendo un delito. «No puede ser que un banco se salte la ley», afirma Peral.De todos modos, las dos localidades están esperando a que sea la entidad presidida por Ana Patricia Botín la que inicie el camino legal porque, según los regidores, prefieren arreglar el asunto por la vía civilizada del diálogo con el administrador de la finca, algo que hasta ahora no había sido posible porque al Santander «no le venía bien».Si con este diálogo no se llega a la solución esperada por las dos localidades, es decir, que se siga permitiendo el paso por el camino vecinal, los dos ediles están dispuestos a iniciar movilizaciones ciudadanas que pasan por el bloqueo de la Ciudad Financiera del Santander. «Bloquearemos la entrada para que sientan lo mismo que nosotros», confirmó Peral en declaraciones a Madridiario.Con esta «okupación» del Santander del camino vecinal se están frenando importantes proyectos de turismo verde, algo que sorprende de un banco que se autodefine como el más sostenible del mundo pero que, como suele ser habitual en la entidad cántabra, no duda en financiar a empresas altamente contaminantes, por más que su presidenta se paseara por los glaciares daneses de la isla de Groenlandia.En concreto, no se ha podido activar un proyecto de rutas en bicicleta y senderismo.