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Servas España apuesta más por la paz

El movimiento antibelicista reactiva los retos pacifistas en un lugar de La Mancha, en un contexto donde es un reto luchar por la paz en un mundo de guerras y amenaza nuclear

Juan-Carlos Arias
Juan-Carlos Arias
Agencia Andalucía Viva. Escritor
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análisis

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El paréntesis que entrañó la pandemia planetaria del Covid-19 subió los precios e intereses bancarios, encareció los combustibles y empobreció a una mayoría que antes disfrutaba del bienestar. La invasión de Ucrania por tropas rusas meses atrás añade incertidumbres al caos que vivimos. Nadie sabe si terminará una guerra nada híbrida como se anunció, ni si cabezas nucleares colmatarán la barbarie del imperialismo del siglo XXI.

John Lennon cantó que había que darle una oportunidad a la paz. La alternativa no se vislumbra en la potencia pacificadora de la ONU, ni en una OTAN que ve cercada a la Vieja Europa por el Putin más imprevisible. El Mahatma Ghandi repetía que no hay camino a la paz, la paz es el camino. 

Pero los mandamases del mundo no hacen caso al más influyente y pragmático líder mundial. El libertador de la India repetía, no obstante, que a la inmensidad del océano [la guerra] debemos aportar nuestra gota de agua [la paz]. Servas España (www.servas.es) aceptó ese reto. Sus miembros creen en un mundo con diálogo, respeto interracial, cultural y religioso. Ofrecen sus hogares para consolidar tal desafío o viajan con la semilla de la no violencia que germinó Ghandi.     

Los Peacebuilders     

Las dos guerras mundiales del siglo XX, en especial la Segunda (1941-1945), provocaron un clamor universal simbolizado en dos palabras: nunca más. Al concluir la última hubo incontables movimientos para que no repetir nueva conflagración planetaria. La pauta fue compartir Justicia, Comunicación y la Paz con mayúsculas en todo el mundo.

El efecto fue construir la tolerancia a través del viaje que amplía horizontes y la hospitalidad que abre las puertas del hogar a un viajero, no al turista de paso. Ahí empezó la idea genética de Servas. 

La Vieja Europa sufrió más heridas y secuelas bélicas que cualquier otro continente. Surgieron iniciativas para fomentar la paz (Viittakiivi-Finlandia, Freundchaft Shein-Alemania, Hanse School-Noruega y Popular High School de Aaskov-Dinamarca en 1949. En el último se alumbró lo que el tesón de miembros llamaría Servas como recurso ante los retos planteados. 

Sus miembros creen en un mundo con diálogo, respeto interracial, cultural y religioso. Ofrecen sus hogares para consolidar tal desafío o viajan con la semilla de la no violencia que germinó Ghandi

En Aaskov docentes, estudiantes, voluntarios y profesionales de numerosos países crearon una red. Al llegar a sus hogares intercambiaron señas para conocerse mejor, viajando a hogares ajenos. En Aaskov germinó el movimiento ‘Peace Builders’ (Constructores de la paz). Desde 1949 se maridó un triplete: viaje-estudio-trabajo.

En esperanto, Servas es ‘nosotros servimos’. La mayoría de sus miembros harían buena la frase de la Madre Teresa de Calcuta ‘quien no vive para servir, no sirve para vivir’ o la de Ghandi: ‘La mejor vía para encontrarse es servir a los demás’.

Uno de los Peacebuilders, precisamente un danés, plantó la semilla de Servas en España en 1974. Atendía a un curso para extranjeros estival en la Universidad de Salamanca. Contagió su espíritu a entusiasmados antifranquistas (José Moncho, Jaime Martín, Alfredo Vela…). Poco a poco la planta creció hasta casi 550 miembros que tiene Servas España hoy en la geografía patria de los casi 20.000 de miembros repartidos por el mundo.

Si en 2019 relatamos en Diario16 los 70 años del viaje de Servas a la paz https://diario16.com/servas-70-anos-viajando-la-paz/, en 2022 la filial española de los Peacebuilders se reactiva con brío para seguir en el empeño de la paz y no violencia. Un discípulo de Ghandi, Giusseppe Lanza del Vasto (Sicilia 1901-Murcia 1981) ya aportó sinergias a que España no fuera una excepción, como el co-fundador de Servas Bob Luitweiler (1918-2008), un californiano apasionado de Almería. 

La embajada española de Servas reparte a sus miembros en tres categorías: anfitrión (host) -acoge al viajero por máximo de dos días salvo acuerdo-, guía (day host) -acompaña al viajero por el lugar donde vive- y viajero (traveller) -va al destino provisto de una carta de presentación (LOI-Letter of Introduction) registrada y aprobada-.

La cuota anual para socios, en Servas España, es tan solo de 20 euros para 2023. Da derecho a inscribir a una persona o unidad familiar y una LOI anual gratuita. Su precio es exiguo para los no socios. El viaje, o parte del mismo,  se programa a través de listas en papel o virtuales de casi 200 países en los 5 continentes vía SOL-Servasonline (www.servas.org).

Los anfitriones que acepten al viajero ya conocen su LOI y fechas de estadía. Los viajeros, a cambio, saben qué perfil personal y familiar tendrá quien

ocupe su próximo hogar viajero. El sistema de conocer la hospitalidad lejos del hogar, acoger a viajeros que descartan ser turistas o acompañarles en la comunidad donde residimos entraña el mejor horizonte para acercar mentes, ampliar horizontes y establecer vínculos que fraternizan a quienes intercambias experiencias e ideas para enriquecerse mutuamente. Así comprendemos que la violencia es contraria a la paz del diálogo.   

Asamblea Servas España. Foto: Andalucía Viva.

En un lugar de La Mancha

A pequeñas dosis desde el jueves 29 de septiembre al domingo 2 de octubre, hasta un hotel de Alcázar de San Juan iban llegando las voluntades y sonrisas de viajeros de toda España más representantes de Costa Rica, Francia y Bélgica. Les reunía la última Asamblea de Servas España. Casi 60 almas se reencontraron gracias al tesón y esfuerzo de perfectas anfitrionas: Marisa Alberca, Amparo más Anouk Iraola que llevó las cuentas del encuentro.    

Al programa asambleario no le faltaba ni un perejil, si se acepta el coloquialismo. Se inició con un vibrante paseo literario del Quijote buscando a Dulcinea por El Toboso igualó la excelencia de Cervantes. Los atractivos del lugar añaden imaginar una Semana Santa donde no importa si llueve, pues los pasos procesionales no salen de su Catedral local. Dulcinea, ese amor platónico, pulula por ese Toboso que bautiza un pueblo del que cualquiera quiere acordarse. Está en la mejor Mancha.

Una cata colectiva de caldos manchegos bien referenciada en la bodega Castilblanque completó la fe que debemos tener por la empresa familiar. Al tiempo que desmiente que sólo los sevillanos sean exagerados. El por qué los caldos locales sean los más baratos del supermercado no obvia que hayan mejorado su calidad y que se exporten al mundo entero, aunque el granel sea ‘marca España’ que se asoma tímido al paladar. 

El atardecer en los molinos del Campo de Criptana añade a la magia que regresaron los militantes de Servas España para ver un centro de interpretación, casas-cueva, el absolutamente recomendable Museo de Sara Montiel (está en un molino acorde a los deseos de la diva, cumplidos póstumamente con ortodoxia).

El Alcalde del lugar, Santiago Lázaro, y su Concejal de Cultura, Rosa Ana Fernández saludaron lo obvio y a los viajeros a la mejor Mancha. Es decir, la importancia y belleza del lugar donde tienen la suerte de regir la política municipal.

Amanecer Laguna Campo Criptana. Foto: Andalucía Viva.

El Alcázar manchego

En árabe la palabra Alcázar significa castillo fortificado en lugar estratégico o residencia de quien regenta algún territorio. En España hay muchos Alcázares. Pero en la meseta manchega destaca el bautizado por San Juan. Aloja un pasado ignoto que se documenta desde los romanos. La meseta manchega es plana y precisó de muchas torres vigías (albarranas) más castillos para defenderse de los sucesivos invasores.

Pasear por Alcázar de San Juan en el siglo XXI es pisar la historia más imperecedera. El Ayuntamiento tiene puerta con símbolos evidentemente masónicos. Un mercado que se antoja imprescindible para la buena mesa (no se arrepentirán de comprar las tortas del lugar, legumbres, productos de la huerta, panes, pastelería, quesos, caldos, titos, viandas y chacinas) y muchas iglesias cuyas imágenes compiten en belleza y devoción.

Un archivo parroquial destapó una partida bautismal de un tal Miguel de Cervantes. Desde entonces y, cómo no, desde Madrid se niega que fuera e mismo que escribió el Quijote. En Alcázar tienen a su Cervantes y muchos Quijotes en La Mancha. Siguen derribando a los gigantes, luchando los molinos de viento, soñando Dulcineas y haciendo país donde brota lo mejor de cualquier persona.

Ver el amanecer en las lagunas próximas a Alcázar, acompañados de flamencos y cigüeñas buscando irredentos su alimento y observar los planetas lejanos (Júpiter, Saturno, Marte…) gracias al telescopio y cámara del astrónomo extremeño Juan Carlos Martín fue sencillamente irrepetible para quienes disfrutaron de actividades espontáneas, aunque necesarias, para los quienes disfrutan de este viaje de la Servas española.  

Flamenco en Laguna Manchega. Foto: Andalucía Viva.

La asamblea, los proyectos

Un par de horas dedicaron lo congresistas al cónclave formal anual. Votaciones unánimes eligieron a personas (Jesús Vinuesa –Presidente-, Luis Avendaño –Vicepresidente-, Carmen Calzadilla –Secretaria-, Anouk Iraola –Tesorera- y Gabriel López –Secretario de Paz-). Los citados integran un equipo al que se añade José Manuel Etxezarreta.

El último, aunque no detenta cargo alguno en la flamante directiva, coopera sustantivamente para apoyar su labor global. Parte del equipo atenderá la estructura organizativa de Servas España y optimiza los procesos. Otra parte estará más atenta al día a día de una organización donde sus cooperadores/as son voluntarios/as. La sorpresa es que se evidenció superávit y saldo record en cuentas (Teresa Rivera fue la anterior Tesorera) por culpa del parón de la pandemia.

La nueva vida de la Servas España asamblearia tomó cuerpo tras alejarse las preguntas tontas o sin contexto, agravios estériles y las que nacieron desde mentes polémicas, ácratas rancios, hippies desubicados o egos de diván. Hubo un duende en el foro que confiemos regrese en cada cónclave.

De izqda. a dcha. Gabriel López, Jesús Vinuesa y Juan Carlos Arias. Foto: Andalucía Viva.

Una cena ‘traje’ (yo traje esto, tú lo otro, según la fórmula del inolvidable Presidente Víctor Vélez) de la noche anterior condujo el buen ambiente que se respiraba. La velada incluyó caldos españoles y franceses, empanadas, pastelería artesana, ensaladas infinitas de ingredientes excelentes, quesos, fruta y huerta patria, regalos y delicias costarricenses. Los estómagos de la concurrencia exigieron paz al personal para un foro abierto y ágil. 

Entre los éxitos recientes de Servas España se cuentan varios puntos de encuentros de viajeros (Sevilla, Cádiz, Canarias…), un encuentro internacional (Pyrennees Trekking) con éxito de convivencia y lista de espera. Los proyectos incluyen un encuentro hispano-luso en algún lugar extremeño.

Otro ‘camp’ internacional, que será en la Comunitat Valenciana, se proyecta por los veteranos Susana Martínez y Jesús Vinuesa –flamante Presidente- en la costa. Se baraja que coincida con el Día Internacional de la Paz, 21 de septiembre, en 2023. La idea es que sea en inglés y base su programa en el turismo y la formación pro-desarrollo de equipos de trabajo ganar-ganar (win-win).

Por último, queremos resaltar varias claves que explican el empuje que adquirió Servas España los últimos tiempos post-pandémicos. La primera es la irrupción de personas en la directiva con perfil técnico pero cercanas a la sensibilidad social sin obviar la migración al entorno digital. Otra clave que se aprecia es el uso de herramientas que generan dinámicas positivas hasta el ganar-ganar sustituyendo las rancias de ganar-perder que confrontan y fragmentan los equipos.

Añadir que la paz se defiende y construye entre personas. Por ello desactivar egos, concentrarse en metas y objetivos, escuchar y empatizar con las necesidades y ansias ajenas son esenciales para alcanzar los retos y desafíos planteados.   

De temas internacionales se indicó que el voto español para el próximo congreso mundial de Servas (www.servas.org) será durante las próximas semanas en Panchgani-India (SICOGA-Servas Int’l Conference & General Assembly) vía teleconferencia. La presencia española tendrá a tres embajadoras que serán traductora, observadora y representante juvenil respectivamente.

El epílogo de la asamblea de Servas España lo podría haber puesto la inolvidable manchega Sara Montiel con una frase que repetía: La vida es un placer. Gabriel López, flamante Quijote pro paz de Servas español y anterior Presidente, recordó a la concurrencia que hay guerras -infames y sangrientas- por todo el mundo. Reclamó ayuda y conciencia para laminarlas. El grano de arena, la gota de Servas se pondrá sí o sí. Ahí queda eso.

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