Se veía venir desde el fin de curso pasado y esta semana se confirma definitivamente. Apenas iniciado el nuevo curso escolar, Andalucía sufrirá el próximo viernes 18 de septiembre su primera huelga en el sector de la educación tras el fracaso de varias mesas sectoriales en las que las principales centrales sindicales han exigido sin éxito al consejero de Educación, Javier Imbroda, un refuerzo real de las plantillas para hacer frente a la situación excepcional que se vive con la pandemia de la covid-19.
Pese a las promesas iniciales del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla de un regreso seguro a las aulas, los docentes y el resto de personal del sector educativo andaluz consideran que estas promesas se han quedado sólo en “humo”. Aun así, la Consejería de Salud, que estos días ha descargado en su viceconsejera, María del Carmen Castillo, el peso de las explicaciones públicas sobre la “vuelta segura al cole” programada por su departamento en un intento de despersonalizar el enfado con el consejero Javier Imbroda por parte de profesores y personal no docente, además de madres y padres de escolares, así como de los sindicatos del sector, que en ningún momento se han creído las promesas de la Administración andaluza para un regreso seguro a las aulas, como también han venido exigiendo al Gobierno de Moreno Bonilla desde la oposición tanto PSOE como Adelante Andalucía.
La llegada de 5.500 nuevos profesores a la enseñanza pública y otros mil a la concertada no ha hecho amainar las demandas de los docentes, porque los sindicatos consideran que este “esfuerzo” del que habla la viceconsejera Castillo apenas cubre, con un profesor de media por colegio, las necesidades de los casi 7.000 centros escolares con que cuenta la comunidad andaluza en la actualidad.
La bajada de la ratio, causa perdida
Desde el sindicato Ustea se recuerda que es “insuficiente” el número de nuevos contratos para garantizar una vuelta segura a las aulas. Además, consideran que no se ha producido un aumento de la plantilla no docente ni tampoco se han planteado refuerzos para Educación Infantil, ni se han aportado soluciones para el “personal sensible”. A todo ello se suma que en ningún momento las medidas anunciadas reiteradamente por la Consejería de Educación han servido en algún momento para bajar la ratio de las aulas, un elemento imprescindible para evitar la propagación de contagios, según aseguran los expertos sanitarios aunque el propio presidente Moreno Bonilla le quitara trascendencia y apostara sólo por el uso en clase de las mascarillas y el gel hidroalcohólico.
Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) Andalucía, ANPE Andalucía y FeSP-UGT Andalucía también han acordado un calendario conjunto de movilizaciones al considerar insuficientes los recursos materiales y humanos para una vuelta a las aulas con las máximas garantías de seguridad en el marco actual de pandemia. Las actuaciones comenzarán el 18 de septiembre con concentraciones de delegados y responsables sindicales en las delegaciones territoriales de Educación de la Junta de Andalucía.
La Consejería de Educación reitera que el regreso al cole es seguro pese a que no se ha conseguido bajar la ratio con la contratación de 6.500 profesores para 7.000 centros escolares
Para la siguiente semana las organizaciones sindicales tienen previsto organizar una caravana de vehículos vespertina en cada una de las capitales de provincias andaluzas, a la que se invitará a todo el profesorado, con el objetivo de reivindicar la implementación de las medidas necesarias para dotar de mayores garantías de seguridad a los docentes en el ejercicio de su labor. Asimismo, se llevará a cabo una campaña en redes sociales orientada a demandar mayor seguridad para los docentes andaluces.
Además del incremento de plantilla, estos tres sindicatos piden ser partícipes del proceso para destinar los recursos humanos en los centros que lo necesiten en virtud de los estudios que tiene la Consejería al respecto y cuyo contenido reclaman conocer. Inciden especialmente en el refuerzo del personal de los servicios complementarios, como aula matinal y comedor, que es esencial dadas las circunstancias.
Igualmente, demandan la contratación de personal sanitario específico para los centros, que además de labores de prevención y orientación en hábitos de salud, podría desempeñar las funciones encomendadas a la figura del coordinador Covid, con un papel activo de asesoramiento en la elaboración de los protocolos a seguir. Otra de las reivindicaciones expresadas por los responsables sindicales ha sido la necesidad de máxima coordinación entre las distintas administraciones, por ejemplo, para la adecuación de espacios, y para cualquier cuestión relacionada con las competencias de cada una de ellas en la gestión de la pandemia.
En cambio, estos sindicatos no barajan, por el momento y de cara al inicio de curso, una huelga, atendiendo a “un principio de prudencia y al considerar también que no es el sentir de los docentes”, que están ahora centrados en las tareas que les competen para comenzar las clases de la mejor manera posible, dadas las complicadas circunstancias.
No obstante, no descartan, llegado el caso, endurecer las movilizaciones y medidas de presión, si lo considerasen conveniente dependiendo del devenir de los acontecimientos y de la respuesta de la Administración, a la que exigen “una verdadera negociación, no sólo que informe a los sindicatos una vez adoptadas unilateralmente las decisiones”.