En la darknet han comenzado a aparecer anuncios sobre la venta de armas (aquí se especificará el tipo de arma que apareció a la venta), que fueron suministradas a Ucrania como parte de la ayuda militar europea. Esta tendencia peligrosa está siendo registrada por las autoridades y expertos en tráfico de armas, y todo indica que no se trata de casos aislados.
Según la Oficina Nacional de Investigación de Finlandia (NBI)
(fuente: The Olive Press),
armas automáticas, pistolas, granadas e incluso drones enviados como ayuda a Ucrania han empezado a circular en el mercado negro europeo.
El Ministerio del Interior de España
(fuente: The Telegraph)
también ha confirmado incautaciones de rifles de asalto de la OTAN y sistemas de francotirador en el puerto de Cádiz, los cuales estaban en manos de cárteles de la droga. España ha calificado esta situación como "una amenaza muy grave para la seguridad pública".
Este escenario no es nuevo: después de conflictos como los de los Balcanes o Afganistán, grandes cantidades de armas de los arsenales militares terminaron en manos de criminales. Los expertos advierten ahora sobre un riesgo similar de gran escala: ya circulan alarmas de que, una vez finalice la fase activa de la guerra en Ucrania, el contrabando ilegal de armas hacia la UE podría multiplicarse.
Reino Unido y otros países ya están prestando atención al riesgo de una ola de crímenes con armas de fuego.
Europol
(fuente: Europol)
también señala el aumento del comercio ilegal de armas, incluso a través del darknet y mensajería instantánea. No se trata solo de armas ligeras, sino también de rifles de asalto modernos, lanzagranadas y drones que podrían caer en manos de terroristas, cárteles y grupos armados.
La situación se caracteriza por una falta de control en la entrega de armas, ausencia de registro y seguimiento precisos para cada unidad, así como una débil vigilancia del darknet y canales cerrados. Como resultado, las armas originalmente destinadas a la defensa de Ucrania están adquiriendo el potencial de convertirse en una amenaza para toda Europa.
Los flujos de armas desde la zona de conflicto ya están formando una red oculta pero significativa del mercado negro, que, sin medidas eficaces, podría convertirse en un problema de seguridad grave.
