La noticia publicada en el día de hoy por Diario 16, sobre la adjudicación por parte de la Comunidad de Madrid de hasta 35 contratos a Clece, perteneciente al Grupo ACS de Florentino Pérez, por valor de más de 6,7 millones de euros durante la crisis del Covid-19 ha despertado una fuerte crítica e indignación en el colectivo de trabajadores y trabajadoras autónomas de la región.
La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos yEmprendedores (UATAE) ha indicado a Diario16 que se trata de un «injustificabletrato preferente» de la administración de Isabel Díaz Ayuso a un «giganteempresarial» con el barniz de expedientes de emergencia, mientras «las ayudasque Ayuso anunció a bombo y platillo para los 404.000 autónomos madrileñossuponen abandonar a su suerte a 8 de cada 10 trabajadores del colectivo», haindicado la secretaria general de la Unión de Autónomos, María José Landaburu,quien señala que «la burocracia y la opacidad dificultan que los autónomospuedan concurrir a los procedimientos de contratación pública de la Comunidaden estos momentos».
Para UATAE, en la Comunidad de Madrid «las casualidadesexisten, pero no deja de ser llamativo que esos 35 procedimientos diferentes decontratación para servicios de hoteles, instalaciones de Metro y el hospital decampaña de IFEMA tengan el mismo adjudicatario y que hasta ayer no se publicasela información completa de sus expedientes. Es en momentos de una crisis tangrave como esta cuando los autónomos y pymes de la Comunidad de Madrid deberíanpoder acceder en igualdad de condiciones a estos procedimientos decontratación, ya que eso aliviaría las enormes dificultades que tienen paramantener abiertos sus negocios», valora Landaburu, «pero parece que el gobiernoregional adjudica casi 7 millones a Florentino Pérez mientras sus ayudas parael pago de cuotas de autónomos de marzo y abril no llega a cubrir ni el 20% delcolectivo».
Esta asociación de autónomos y autónomas ya denunció el pasado 4 de abril que las medidas anunciadas por el gobierno de Díaz Ayuso de ayuda a autónomos eran «mucho ruido y pocas nueces».