El exjuez Baltasar Garzón ha vendido muy bien su imagen de mártir cuando, en realidad, no lo es. No hay más que ver la lista de clientes que tiene su bufete o los personajes a los que asesora. Por otro lado, tras la decisión de la ONU de señalar que España pudo haber cometido una injusticia con Garzón, mucha gente ha vuelto a ponderar el martirologio garzonil o la hagiografía de san Baltasar. Sin embargo, el exjuez mártir sí cometió un delito de cohecho (soborno) impropio, tal y como quedó demostrado en un duro auto del magistrado Manuel Marchena a consecuencia de la querella criminal interpuesta por los sistemas utilizados por Baltasar Garzón para financiarse su año sabático en Estados Unidos.
En la querella se acusaba al exjuez de varios delitos como prevaricación, cohecho (soborno) propio y extorsión. Del primero de ellos, Marchena no apreció que se cometiera aunque reconoció lo siguiente:
La querella a la que se refiere Marchena es la interpuesta por don Rafael Pérez Escolar por el fraude en la compra de Banesto por parte del Santander y que fue archivada por Baltasar Garzón al regresar de Estados Unidos después de recibir importantes cantidades de dinero del Santander, tal y como demuestran los siguientes documentos:
Más adelante, Marchena reconoce en su auto como hecho probado la comisión por parte de Baltasar Garzón de un delito de cohecho (soborno) impropio:
Más adelante, Marchena expone las razones por las que Garzón cometió el delito de cohecho impropio:
Estos hechos probados no encajan, desde luego, en el perfil de mártir que muchos quieren hacer ver a la ciudadanía.
Sin embargo, Garzón se libró de ser condenado por una cuestión procedimental, por la prescripción del delito que quedó probado que había cometido, no porque se hubiese sustanciado su inocencia.
En consecuencia, menos martirologios, menos hagiografías y más destacar quién es en realidad el señor Baltasar Garzón, quiénes son sus amistades y a quién protege en realidad. De eso, la ONU no habla porque el marketing es más efectivo si se presenta a un mártir que a lo contrario.