El Caso Magundayao está tomando unos derroteros donde se está empezando a utilizar la violencia física y el uso de armas. El pasado domingo por la noche, según indican fuentes consultadas en Filipinas por Diario16+, la policía de Santor recibió llamadas de socorro porque el hermano de Regina Magundayao Valdez, había asaltado, machete en mano, la casa de su vecina Gina Casabag. Tal y como publicó este medio en exclusiva, esta mujer había sido perseguida con especial saña por Regina y, según indican las mismas fuentes, la rabia y la violencia de la sustractora de niños va cada día en aumento. De hecho, Regina lleva encerrada en casa con los dos niños sustraídos, Gerard y Laia, desde el pasado 24 de junio, fecha en que la DSWD se presentó en la escuela de Santor, con asistencia policial, para investigar el Caso Magundayao. Los niños no han ido a la escuela desde entonces y solo han salido ocasionalmente alguna vez de la casa.
El día anterior, sábado, Regina encendió a sus familiares y amigos mediante publicaciones en Facebook y mensajes incitando a actuar contra sus propios vecinos. Intentaba que la sustracción de los menores Gerard y Laia se conviertiera en un tema familiar, a pesar de que muchos de sus parientes cercanos tratan de convencerla para que esta situación se termine.
Lejos de escuchar a sus parientes más sensatos, aparecieron en Facebook amenazas que se extendían no solo a Gina sino a toda su familia. Y al llegar la noche un hombre gritó “Putang’ina niyo mga Domingo” (Jódete familia Domingo) y se plantó con el machete a la puerta de la casa.
Al borde de un conflicto de sangre
No se puede entender cómo granjeros y gente de campo, que son amigos y pasan rato juntos, han llegado a ser exaltados por Regina para enfrentarse unos con otros. Ése fue el caso del hermano de Regina, que quiso atacar al marido de Gina con un machete. ¿Qué le puso en la cabeza Regina a sus familiares para que se mostrara tan hostiles con las personas con que trabajan o, simplemente, juegan a las cartas o van a beber algo de tanto en cuándo?
El peor momento se produjo cuando el hombre con el machete en la mano se plantó ante el marido de Gina. Entre gritos, esta mujer realizó una llamada de socorro y dejó abierto el móvil, lo cual ayudó a que otras personas llamaran a tiempo a la policía.
Mientras los agentes estaban de camino se desató una batalla campal con lanzamiento de piedras, golpes, gritos… Todo hubiera podido suceder ya que los hombres de Santor son, por lo general, agricultores que trabajan duro la tierra, fuertes, y que saben pelear bien cuando es necesario. Uno de los presentes en el conflicto que actuó con más decisión pero manteniendo la cabeza fría fue el propio hermano de Gina, que consiguió en el caos reinante que el hombre del machete no llegara a asestar el golpe. La escena de terror para los niños, que estaban encerrados en casa, fue oír como volaban botellas y pedruscos de tamaño considerable e impactaban en las paredes y techos.
Los agentes de la patrulla de Santor llegaron a tiempo e hicieron un trabajo excelente: pacificaron la zona sin que hubiera víctimas. El hombre entregó el arma. Se llevaron a los participantes en la pelea a las dependencias policiales de Santor.
Una mujer, madre de dos hijos, que había ido a socorrer a Gina recibió un puñetazo en el cuello y tuvo que se atendida en el hospital.
Han pasado unos días y las noticias son confusas, pues parece que uno de los parientes de Regina escapó de las dependencias policiales y ahora se encontraría en un lío legal serio.
Familiares por la paz
Algunos familiares de Regina se han disculpado por lo sucedido con la familia Domingo. Otros planean venir desde fuera de Santor para hablar con ella y que desista de su actitud. Las primeras víctimas de esta situación anómala son Gerard y Laia. Los familiares de Regina no entienden cómo no se da cuenta de esto.
Según las fuentes consultadas en Filipinas, la locura que Regina Valdez quería desatar se encontró con las buenas intenciones de los vecinos de Santor. Laura Rodríguez Caro, portavoz de la familia de España, señala que “cuando nosotros avisamos a la policía nos dijeron que ya estaban en camino”. Esto significa que algunos vecinos llamaron antes. Estas personas desconocidas contribuyeron a evitar males mayores, porque un retraso en la intervención policial hubiera podido ser fatal. Algunos vecinos señalan que la Barangay Captain fue rápida en actuar y su intervención fue capital para evitar males mayores.
Situación de incomunicación de los niños
Precisamente el padre y las hermanas de Gerard y Laia mantenían una estrecha comunicación con la embajada de España en Manila en previsión que algo así sucediera. El padre alertó que, desde el pasado 24 de junio, los niños dejaron de asistir a la escuela y permanecían encerrados en casa todo el día, a solas con su madre.
Este aislamiento se debe a que los servicios sociales filipinos (DSWD, Department of Social Welfare and Development) estaban investigando el caso desde el día 23 de junio, fecha en que visitaron la escuela y vieron a los niños. En esta visita se evidenciaron ya serias contradicciones en la versión de Regina de los hechos que llevaron a la sustracción internacional.
Laura Rodríguez Caro señala que “teníamos a todo el mundo en alerta porque esperábamos, o bien algo así, o bien que Regina se fugara con los niños a un destino desconocido, sobre todo porque Juvy Grace Maniquez se fue antes, cosa que interpretamos como una preparación del terreno nuevo donde esconderse”.
Rodríguez Caro apunta que en todo momento se han sentido arropados por el Consulado General de España en Manila, a quién la embajada deriva estos casos, y gracias a su labor hasta ahora la situación ha estado bajo cierto control.
El problema, advierte Laura Rodríguez, es que ahora "hemos entrado en un nuevo escenario donde la violencia va a ser la protagonista: es urgente sacar a los niños de allí".
El padre de los niños ha remitido un informe completo de la situación a el DSWD y la Autoridad Central Española y la Autoridad Central Filipina. La petición aparece al final de manera resaltada: “Saquen a mis hijos de ahí”.