La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes declarará este viernes en el juicio por el 'caso Máster', en el que se sienta en el banquillo por un delito de falsedad documental en relación con el acta de la defensa de su Trabajo de Fin de Máster (TFM) del curso de postgrado que realizó en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC).
La expresidenta del PP mantendrá que realizó la defensa de su trabajo y como prueba exhibirá una cita extraída de su agenda electrónica de 2012, cuando estaba al frente de la Delegación de Gobierno en Madrid. En la cita del 2 de julio de 2012, se lee ‘Máster URJC’ y se correspondería al día en el que realizó su supuesta defensa.
Para acreditar la veracidad de esta nota, la defensa solicitó la pericial de Luis E. Hellín, ultraderechista que en los años 80 fue condenado por el asesinato de la estudiante Yolanda González y que desde hace décadas tiene una empresa de peritaje criminal.
La nueva prueba fue aportada por el abogado defensor José Antonio Choclán unos días antes al juicio y fue aceptada por el tribunal de la Sección 15 de la Audiencia madrileña. También se aportó un certificado académico de la propia URJC que verifica que la exlíder madrileña superó las asignaturas del curso de postgrado que realizó.
Cifuentes declaró en julio de 2018 ante la juez instructora que perdió el trabajo que realizó en una de las cuatro mudanzas que hizo en su día y negó cualquier presión para ordenar hacer un acta falsa.
Otros acusados
Se juzga también a la entonces profesora de la URJC Cecilia Rosado y a la exasesora de la Consejería de Educación, María Teresa Feíto. La exdirigente popular se enfrenta a una petición fiscal de tres años y tres meses de cárcel, la misma pena que se pide para Feíto.
Rosado ratificó el primer día que falsificó el acta a instancias de “presiones” por parte del exdirector del Instituto de Derecho Público de la URJC Enrique Álvarez Conde, fallecido en 2019, y Feíto.
Inductora
El fiscal considera a Cifuentes “inductora de la falsificación de un acta a sabiendas de que acreditaba una defensa del trabajo que jamás se produjo”. Además lo “exhibió en varios medios y redes sociales para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse”.
El fiscal señala a Rosado como autora de la falsificación del acta porque reconoció los hechos y colaboró en la investigación
Recuerda que el fallecido Conde era catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos, sita en Vicálvaro; María Teresa Feíto Higueruela era asesora de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y funcionaria de la URJC; Cristina Cifuentes desempeñaba el cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid y Cecilia Rosado trabajaba como personal laboral en la misma URJC.
Esta última fue nombrada directora del Máster en Derecho Autonómico y Local en octubre de 2011, impartido en el curso 2011-2012, por el Instituto de Derecho Público. El referido Instituto, asociado a la URJC y especializado en estudios jurídicos de post grado, era dirigido por Álvarez Conde.
Se alude también a una información publicada en marzo de 2018 en el periódico digital ‘eldiario.es’ en la que se hacía constar que la alumna Cristina Cifuentes no tenía aprobadas todas las asignaturas, así como el Trabajo Fin de Máster (TFM) del Master Universitario en Derecho Público del Estado Autonómico del Instituto de Derecho Público de la Universidad Juan Carlos de Madrid del año 2011/2012.
“Dada la situación que dicha noticia le provocó a la acusada Cifuentes, ésta se puso en contacto con la también acusada Teresa Feíto, dado que la misma había sido profesora en la citada Universidad durante años y tenía una buena relación con muchos de sus profesores, el rector, así como con el acusado y catedrático Enrique Álvarez Conde, para que la misma hiciere las gestiones oportunas con la finalidad de resolver la crisis que la noticia había provocado”, añade la Fiscalía.
Según el fiscal, “Feíto accedió a lo solicitado por la ex presidenta madrileña y que, de acuerdo con Álvarez Conde, y a sabiendas de que Cristina Cifuentes, no había superado todas las asignaturas, no había hecho el Trabajo Fin de Máster y no había procedido a su defensa”, decidieron que se confeccionaría un acta.
Al acta “se le daría apariencia de verosimilitud para acreditar de cara a los medios de comunicación”, que la ex presidenta de la Comunidad de Madrid “había cursado el máster con normalidad y superado todos los trámites necesarios para la obtención del título académico correspondiente”.
El 21 de marzo de 2018, tras una rueda de prensa dada por el Rector de la Universidad, acompañado por Álvarez Conde y otro profesor, para explicar la versión de la Universidad sobre la noticia publicada, “el catedrático de Derecho Constitucional quien seguía dirigiendo de facto y a todos los niveles el Instituto de Derecho Público, llamó a Cecilia Rosado”.
Así, “le dio instrucciones para confeccionar un acta en la que se reflejase que la acusada Cristina Cifuentes había defendido el TFM el día 2 de julio de 2012 ante el Tribunal conformado por la acusada Cecilia Rosado, como Secretaria, Clara Souto, como vocal, y Alicia López de los Mozos, como presidente”.
Por su parte, “Cecilia Rosado, dada la fuerte jerarquía existente entre ella y el catedrático y ante el temor de las posibles consecuencias negativas para su trabajo, de no acatar lo que se le pedía, accedió a confeccionar un acta siguiendo las indicaciones recibidas”.
Es más, “hizo constar mendazmente tras los datos de identificación del Máster de la alumna Cristina Cifuentes Cuenca, el nombre del Director, Enrique Álvarez Conde, y miembros del tribunal que: Reunidos el Tribunal de Evaluación con fecha 2/07/2012, acuerda otorgar al alumno la calificación global de notable (7*5)”, estampando en la misma su firma, y otras dos a imitación de la de sus otras dos compañeras, las profesoras citadas, Clara Souto, y Alicia López de los Mozos. “A continuación, creó un email a nombre de Álvarez Conde y envió el acta al correo electrónico del Rector, Javier Ramos López, que ignoraba las manipulaciones realizadas”.
Ese mismo día, además, “de forma insistente y agobiante, María Teresa Feíto llamó hasta en 21 ocasiones al teléfono personal de Cecilia Rosado indicándole que aquella situación debería quedar resuelta como fuere y que en caso contrario la acusada Cristina Cifuentes les iba a cortar la cabeza”.