La vuelta de vacaciones suele ser un momento agobiante, al que se suman muchos factores estresantes: la vuelta al cole y sus gastos, el regreso a las rutinas, el comienzo de las dietas, los proyectos aparcados más allá del verano… Cuando llegas a casa tras unas semanas en la playa, lo que te apetece de verdad es renovarla y redescubrir tu hogar como si fuera la primera vez que entraras.
Una reforma puede proporcionarte las novedades y la dosis de energía extra que necesitas. Pero, ¿te imaginas ahora mismo metiéndote en obras? No, este no es el mejor momento para iniciarlas. No, si ni tan siquiera estaba en tus planes. Por fortuna, hay muchas cosas que puedes hacer tú mismo y que no exigen demasiado tiempo ni dinero.
Hay maneras muy sencillas de renovar tu casa a la vuelta de vacaciones. Y desde pisos.com queremos recomendarte algunas. ¿Lo mejor de todo? Que notarás los poderosos efectos del cambio al instante. Adiós, pereza y adiós, verano. ¡Vamos a ello!
1. Prueba con mover muebles
Te apetece renovar el mobiliario, pero este no es el mejor momento para hacerlo: la vuelta al cole acecha y tienes la cuenta tiritando. Una buena manera de dar un giro de 180 grados a tu salón - o a cualquier otra estancia que se precie - es cambiar los muebles de sitio. ¿Qué tal si desplazas el sofá y creas una zona diferenciada para el descanso? ¿Y si organizas un rincón de lectura bien iluminado?
Empléate a fondo con el croquis y prueba a adquirir un pequeño mueble más económico, como por ejemplo, una mesa auxiliar o de centro o un banco de madera con almacenaje. Otra cosa que puedes hacer es renovar tejidos: las fundas de los cojines, las mantas o las alfombras. Apuesta por un color que sea tendencia este próximo otoño: amarillo brillante, verde oliva, azul verdoso, beige, rosa empolvado o brave ground te darán el toque mágico que necesitas.
2. Da la bienvenida a nuevas plantas
Las plantas aportan toda la energía y vitalidad que cualquier estancia necesita. Esa es una realidad imposible de derribar y a ella nos agarramos para proponerte renovar tu casa tras el verano. ¿Cómo te llevas con las plantas y sus cuidados? Si crees que nunca podrás hacerte a ellas, te convenceremos para no tirar la toalla.
Elige primero a un florista de confianza, que pueda ayudarte cuando te sientas abrumado por las dudas vegetales. Es importante que busques plantas fuertes y resistentes, que sepan acompañarte estoicamente en tus olvidos y perdonarte los descuidos. Empieza por los potus, las cintas, el ficus, la sansevieria, la zamioculca o el aloe salvaje. Todas ellas se caracterizan por ser prácticamente inmortales y por ser capaces de alegrar hasta el salón más mustio. ¡Y a su propietario!
3. Crea y adecua un espacio propio
La vuelta del verano es un buen momento para reflexionar y dar rienda suelta a tus facetas más íntimas. Septiembre es el mes idóneo para desarrollar tu creatividad e iniciar nuevas sendas personales. Esto te ayudará a sobrellevar el síndrome posvacacional y a empezar con más energía el nuevo curso.
¿Qué tal si pruebas con la pintura? ¿Y si dedicas tu tiempo al cultivo de bonsáis? ¡Quizá ahora puedas desplegar tu potencial con el yoga! O empezar a leer, montar rompecabezas o pintar matrioskas. Hagas lo que hagas, crea en tu casa un espacio en el que puedas entregarte en cuerpo y alma a tu nueva afición. Equípalo con todo aquello que necesites y decóralo a tu manera. Haz que este sea un espacio muy personal y refúgiate aquí cada vez que lo necesites.
4. Haz que tu cuarto de baño sea un spa
De un tiempo a esta parte, los cuartos de baño han dejado de ser la estancia fría y funcional que eran antaño, para pasar a convertirse en un espacio dedicado al bienestar, la belleza y los cuidados. ¿Qué tal el tuyo? Si tu baño está a años luz de todo esto que te contamos, quizá ya va siendo hora de que lo actualices.
Puede que en este caso sí tengas que llevar a cabo una reforma, que reconvierta la bañera en plato de ducha o te permita disfrutar de un lavabo con dos picas. Si por ahora no puedes hacer obras, te recomendamos emplear nuevas soluciones de almacenaje y elementos decorativos que resulten inspiradores para ti. Un cuadro o una colección que te guste, unas velas aromáticas, una cesta con bolas de baño y espacio para tus cremas y accesorios de belleza deben ser ahora tus nuevos imprescindibles.
5. No te despidas (todavía) de la terraza
La terraza es la gran estrella del verano, pero también lo fue durante los meses más duros de confinamiento, en invierno o primavera. Cada año, en la antesala de los meses de calor, tenemos que esforzarnos para ponerla a punto. Pero, ¿qué tal si ya no la abandonamos? ¡Todavía quedan muchas semanas para el invierno! Adapta el mobiliario de la terraza a tus necesidades otoñales, instala luces nuevas y deja que el verano te acompañe hasta sus últimos días.
Cultiva un huerto urbano. No importa que no tengas finca o jardín. Septiembre y octubre son meses perfectos para sembrar acelgas, coles, apio, espinacas, guisantes, escarolas, lechugas, puerros, nabos, hinojo o rabanitos. Elige plantas aromáticas y cuida de ellas. Todavía es tiempo de perejil, romero, menta, tomillo, salvia, rúcula y poleo. ¿Te animas?