El año arranca y con él inicia uno de los periodos de compras más intensos del año. Las rebajas de enero desatan la fiebre consumista en su estado más salvaje, y las imágenes de la multitud esperando la apertura de las puertas de los centros comerciales reflejan uno de los males del capitalismo: la necesidad de comprar para sentirse bien.
Compras inútiles
Para algunas personas las compras desatan una compulsión característica de cualquier tipo de adicción. “La persona compra de manera compulsiva y descontrolada”, explica a Diario16Consuelo Tomás, directora del Instituto Valenciano de ludopatía y adicciones no tóxicas. Los síntomas de un comportamiento adictivo a la hora de comprar tienen unas características determinadas: “Son consumos no planificados, mayoritariamente de objetos que no son necesarios ni útiles y cuyas consecuencias pueden ser nefastas”, la experta alerta de lo peligroso de estos comportamientos desorbitados: “A veces, gastan más de lo que tienen pudiendo dar lugar a endeudamientos y, en algunos casos, a la ruina no solo en el ámbito económico”.
Una adicción en toda regla
El problema puede adquirir las dimensiones propias de la drogadicción: “hay incluso un síndrome de abstinencia que se manifiesta con un estado de nerviosismo que solo se calma si se compra”, señala Tomás, que continúa aclarando cuáles son las condiciones que propician la adicción a las compras: “Los factores que facilitan que una persona sea más vulnerable que otra a las compras, son diversos. En Psicología identificamos los predisponentes y los mantenedores”. La experta señala la singularidad de cada caso “No hay una causa efecto, ni todos los factores se dan en las personas, ni tienen el mismo impacto”.
Comprar la felicidad
La publicidad vertiginosa y constante a la que se ven sometidas las personas por medio de internet no ayuda demasiado: “Vivimos en una sociedad con un alto potencial adictivo en la que obtener objetos se ha convertido en la seña de identidad de la persona”, aclara la psicóloga y prosigue señalando a la crisis de valores como una de las causas a tener en cuenta: “Los valores materialistas inundan nuestra sociedad, basando el prestigio social y personal más en lo que tenemos que en lo que somos, fomentando la idea de que comprando también se compra la felicidad”.
A edad temprana
El sistema capitalista parece haber encontrado un aliado perfecto en las nuevas tecnologías y a unas víctimas ideales en los jóvenes que han nacido en la era post-Internet: “Desde el confinamiento, el consumo online está disparado y los jóvenes son los que más lo practican porque ellos han nacido con las Nuevas Tecnologías”. Asusta como el problema golpea cada vez más temprano: “Si la edad de inicio se situaba en torno a los 18 años, en consulta estamos viendo que la fascinación por el consumo empieza a edades más tempranas”
El tratamiento
Para los expertos la solución pasa por el aprendizaje emocional: “Es esencial aprender formas adecuadas de resolver las dificultades o estados emocionales difíciles”, explica la experta y concluye destacando la importancia en el tratamiento de los profesionales cualificados: “La adicción a las compras es un trastorno que precisa de tratamientos psicológicos especializados y es importante detectar precozmente el problema y buscar ayuda lo antes posible”.