El lenguaje lo carga el diablo, y también en muchas ocasiones el negacionismo machista y patriarcal más carpetovetónico e intencionado. Las informaciones periodísticas de crímenes machistas va alejándose, muy poco a poco y con ingentes esfuerzos, de aquellos terribles clichés de hace apenas un par de décadas atrás cuando se hablaba de crímenes “pasionales” sin el más mínimo rubor. Ahora, el feminismo en general clama por una información más veraz y acorde con la realidad de los hechos, que no niegue ni oculte o blanquee la crudeza de la violencia machista y los feminicidios bajo crímenes ajenos al sesgo de género que todos ellos sin excepción llevan implícitos.
El último caso donde periodismo, pseudoperiodismo machista y negacionismo sin más se han cruzado en el camino ha sido esta misma semana con la información de Milena Sánchez Castro, una joven prostituida de 20 años asesinada a golpes por un putero, cuyo cadáver encerró bajo llave y candado en una habitación de su domicilio para después ahorcarse en otra estancia del mismo piso.
El diario El Mundo tituló así la noticia este lunes: “Hallan muerta a golpes a la joven desaparecida hace una semana en Madrid después de que su acompañante se ahorcase”. Con todos los hechos por delante, la misma información podría titularse perfectamente de un modo más cercano a la realidad con otros ejes informativos completamente diferentes al enfoque dado por el periódico conservador y en consonancia con las políticas negacionistas de la violencia machista del partido ultraderechista Vox: “Un putero asesina a golpes a una joven prostituida de 20 años y encierra el cadáver bajo llave y candado”. Poner, de entrada, el foco en la víctima y no en el asesino lleva ya aparejada una clara intencionalidad, ya sea implícita o explícita.
Todas las informaciones definen a la mujer prostituida asesinada como ‘escort’ pero ninguna habla del asesino como un putero ni tampoco como un claro caso de feminicidio o crimen machista
El citado diario ha ilustrado la información con el cartel del portal SOS Desaparecidos donde aparece una foto de la joven asesinada y sus características físicas, además de informar de que “la víctima, de origen cubano, se anunciaba como escort (acompañante de pago) en varias web de citas especializadas”. La supuesta “especialización” de estas páginas on line no es otra que anunciar a jóvenes prostituidas.
Putero, ese adjetivo innombrable
Este diario utiliza el término “acompañante” para definir al putero que ha asesinado a golpes en la cabeza y el cuerpo a la joven prostituida. La Real Academia Española de la lengua define “putero” como “Dicho de un hombre: Que mantiene relaciones sexuales con prostitutas”, aunque lo califica de “adjetivo malsonante”. El adjetivo “acompañante” elegido por el diario conservador par titular la noticia es infinitamente más lejano y blanqueador de la realidad de este sórdido crimen machista o feminicidio, que la que “limpia, fija y da esplendor” define como “Asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”.
No es, ni mucho menos, el único diario que también hace uso del neologismo “escort” (acompañante o escolta en inglés) para definir la situación de mujer prostituida en la que se encontraba en los últimos meses la víctima asesinada. Por el contrario, en ningún caso se habla del asesino como un putero ni tampoco como un claro caso de feminicidio o crimen machista.