Dos jóvenes maltratan a una anciana en una residencia de Terrassa y lo graban en vídeo

26 de Agosto de 2020
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La residencia para personas mayores Mossèn Homs ubicada en Terrassa, Barcelona, ha suspendido de sus funciones a dos de sus trabajadoras después de que un vídeo subido a las redes sociales las mostrase burlándose de una anciana. El caso ha trascendido y el Departamento de Trabajo, asuntos sociales y Familias apoyado por el Departamento de Salud abrirá un expediente disciplinario a las dos trabajadoras acusándolas de trato vejatorio.

Acciones legales

El Gobierno de la Generalitat ha expresado su preocupación por el asunto y se personará en las actuaciones judiciales que se deriven del caso que ya ha sido denunciado a los Mossos d’Esquadra. Desde los responsables de Salud se han puesto en contacto con la familia y les han indicado que están a su disposición y que reafirman su “compromiso de actuar ante cualquier tipo de maltrato a una persona residente en un centro de gente mayor”. Diario 16 se ha puesto en contacto con la residencia Mossèn Homs, pero estos han declinado hacer declaraciones

Una “influencer” sin escrúpulos

Vieja cascarrabias” y “abre la puta boca” son algunos de los términos en los que una de las jóvenes se dirige a una de las personas residentes en el centro de mayores mientras la otra lo graba todo con el móvil manteniendo una clara actitud de burla. Una de las jóvenes tiene una fuerte presencia en las redes sociales, ya que cuenta con más de 12.000 seguidores según la información que ha trascendido gracias a algunos usuarios de twitter que la han identificado. La situación la ha llevado a pedir disculpas y a cerrar su cuenta hasta que se vea capaz de “subir un vídeo en mejores condiciones”. Las disculpas han encendido aún más los ánimos en la red, ya que la influencer se muestra tan preocupada por interrumpir los videos que sube a su cuenta como por los hechos sucedidos.

Falta de Preparación

Estos sucesos pasan más de los que nos pensamos. Hay gente que de profesional tiene poco”, explica Carmen Cabrera, auxiliar de geriatría en Llars Mundet, uno de los espacios multifuncionales más importante de Barcelona, durante 15 años y con más de 25 vinculada al ámbito de las residencias. En los centros para mayores se encargan de pacientes que en algunos casos se muestran irascibles y mantienen comportamientos conflictivos: “En las formaciones hacen hincapié en que hay que mantener el tipo con las personas conflictivas, pero no se hacen cursos específicos en este sentido”. A las profesionales les queda como principal herramienta la vocación: “Sin ella es imposible hacer bien este trabajo”, explica Carmen. Otro de los problemas aparece con las personas en prácticas, que “se las utiliza simplemente como mano de obra” cuando en el periodo de formación deberían ir acompañadas constantemente por una tutora.

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