En este periodo de fiestas en el que parece que todos nos acordamos de todos es fácil comprobar una cosa: cada vez es más frecuente recibir las felicitaciones navideñas a modo de mensaje. Pero esta costumbre es, sobre todo, propia de los millennials, así lo demuestra un estudio realizado en Estados Unidos en el que han participado 1.200 jóvenes de entre 25 y 40 años y que revela que el 81% de los encuestados sufre ansiedad antes de realizar una llamada de teléfono.
Los tiempos cambian
Atrás quedan las felicitaciones navideñas con postales que venían de todos los rincones de España y del mundo para recordarnos que la distancia no hace el olvido. Atrás quedaron las conferencias telefónicas con los familiares que vivían en el extranjero y que a modo de griterío y emoción nos hacían sentirnos cerca de nuestros seres queridos. La conectividad instantánea ha acabado con todo eso. Los mensajes de Whatsapp se han convertido en la principal y casi única manera en la que los jóvenes, y no tan jóvenes, felicitan la navidad.
Excusas
Los jóvenes renuncian a la conexión en directo y a lo imprevisto que este modo de comunicación tiene. Hasta el punto de inventar mil excusas para no atender el teléfono. Según el estudio, las excusas más comunes para no contestar una llamada son: “no lo he oído”, utilizada por el 63% de los encuestados; “tenía poca cobertura”, excusa que dicen utilizar el 12% y “estaba reunido”, que utiliza el 9%.
Interacción constante
Pero a pesar de que los jóvenes renuncian a llamar por teléfono no significa que no quieran pasar tiempo comunicándose con los demás. Todo lo contrario, el estudio revela que los millennials mantienen una interacción constante con otras personas a través de las redes sociales. La diferencia radica en que no les gusta la comunicación en vivo. La hiperconectividad trae cantidad, pero hace bajar la calidad. Por muchos emoticonos que se inventen.