Las continuas presiones ejercidas por DSM, la empresa que gestiona el polémico y colmatado vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva no han servido para que el Ayuntamiento de la localidad onubense haya decidido denegar la licencia de obras de ampliación al considerar “agotado” el proyecto del mantenimiento de estas instalaciones, que han protagonizado continuos accidentes medioambientales en sus casi 25 años de historia. El consistorio municipal ha informado este viernes que “en plazo y forma, la empresa que gestiona el vertedero ha recibido respuesta negativa motivada a su solicitud de obra mayor para ejecutar las fases 2 y 3 del recrecimiento”. De este modo, se cierra cualquier vía de ampliación para alargar su funcionamiento a los próximos 30 años, según los planes del Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla, englobado en lo que denomina un “cierre ordenado”.
A diferencia de la solicitud de ampliación del año 2008, que salió adelante debido a que el consistorio nervense, entonces gobernada por el socialista Domingo Domínguez entre los años 2007 y 2017, recurrió fuera del plazo administrativo, en esta ocasión el equipo de gobierno municipal del también alcalde socialista José Antonio Ayala, ha decidido de nuevo denegar la solicitud de obras de DSM para realizar el recrecimiento del vertedero tóxico en sus fases 2 y 3, “con las garantías de seguridad jurídica y técnica necesarias para ello”, apunta el consistorio nervense en una nota de prensa.
Como recuerda el actual alcalde nervense, en el año 2008 “también se denegó la licencia de obras por este Ayuntamiento, pero se estimó el recurso de la empresa sin entrar en el fondo que causaba la denegación, por haber sido respondida fuera del plazo administrativo, por lo que el fallo fue a favor de la empresa, por silencio administrativo, concediéndole directamente la licencia de obras para la fase 1 del recrecimiento”. Esta fase 1 de recrecimiento de las instalaciones es la que acaba de sellarse recientemente, casi 15 años después, como ha anunciado el Gobierno de Moreno Bonilla.
El alcalde nervense cree que cualquier impugnación de la empresa tiene escasos visos de prosperar ya que el vertedero ha perdido su declaración inicial de utilidad publica e interés social
Ayala está convencido de que cualquier impugnación por parte de la empresa del vertedero de esta decisión del equipo de gobierno municipal de Nerva tiene escasos visos de prosperar, ya que considera que la resolución del Ayuntamiento de Nerva “expone los motivos oportunos para denegar la licencia de las dos obras para el recrecimiento, por lo cual, es difícil que DSM no tenga que impugnarla en vía judicial, como hiciera en 2008, si insiste en ello”.
El alcalde nervense cree que “la desestimación automática de la solicitud es lo que le nace a todos y cada uno de los ciudadanos de Nerva” y se ha respondido por parte del consistorio “con una resolución razonada y motivada técnica y jurídicamente y que abunda en el posicionamiento de la Corporación sobre el agotamiento del proyecto de vertedero instalado en Nerva”. La negativa municipal a las obras de ampliación se basa en que “el redimensionamiento” de la instalación “no encuentra amparo en la declaración inicial de utilidad publica e interés social que en su día emitió la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y urbanismo y que posibilitó la instalación”.