Gran Vía de Madrid, tarde soleada de domingo de abril. Una tienda de Douglas abierta con carteles de las asociaciones sindicales que denuncian la precaria situación de sus trabajadores frente al ERE "injusto y desproporcionado" planteado a sus trabajadores por la empresa de perfumería: 1.000 despidos de una plantilla de 1.600 y el cierre de 136 de 203 tiendas.
El clima entre la plantilla es de desconcierto, incertidumbre y hastío. La empresa, desde 2016, ha ejecutado tres expedientes de regulación de empleo por los que han visto irse a más de 1.200 compañeros en menos de 5 años y puede que esta vez le toque irse a alguno de ellos. Sus rostros apesadumbrados reflejan preocupación y la desazón se respira nada más poner un pie en la tienda. Unos metros más adelante, en la persiana de la tienda de la calle Fuencarral yace un cartel: “Cerrado por huelga”.
Los antecedentes
En 2017, la empresa Douglas adquirió la ya extinta Bodybell y, tras su compra, se deshizo de 255 trabajadores y procedió al cierre de 60 tiendas.
Un año más tarde, Douglas recurrió a un segundo expediente de regulación de empleo donde cerró otras 53 tiendas y despidió a 265 personas.
Si bien en 2019 no ejecutó un ERE, la empresa alemana de forma unilateral modificó a la baja las condiciones de trabajo en relación a horarios y política de incentivos afectando especialmente al personal de tienda.
Tras la pandemia, en 2021, Douglas volvió a reducir su plantilla en 491 trabajadores y, en consecuencia, forzó el cierre de otros 82 puntos de venta.
En resumen, en menos de 5 años Douglas ha cerrado 195 tiendas y ha mandado al paro a más de 1.100 trabajadores.
De concretarse el cuarto ERE, ya en curso, que prevé el despido de 1.000 empleados y el cierre de 136 locales , la empresa habrá reducido su plantilla en más de 2.000 trabajadores quedándose con un tercio de los puntos de venta que tenía 5 años antes.
Notificación del ERE
Rolando Cano, asesor de Comisiones Obreras en este conflicto, en conversación telefónica con Diario16 afirma que “la plantilla se enteró por sorpresa de este nuevo ERE el pasado 24 de febrero. Desde entonces las asociaciones sindicales hemos estado acompañando a los trabajadores para llegar a un acuerdo beneficioso para las partes. Hemos reiterado en varias ocasiones a la empresa la necesidad de dar marcha atrás con el expediente presentado en el Ministerio de Trabajo al considerar que la medida es totalmente desproporcionada e injustificada. Douglas es una multinacional que en su cuenta global de resultados tiene beneficios y desentenderse de la filial en España no es una medida que pueda ser justificada”.
En este mismo sentido, desde la asociación sindical se hace hincapié en las onerosas remuneraciones de los altos cargos de la empresa: “Se debe mantener una postura firme ante al abuso de un consejo de dirección que ganó una media por persona de 131.000 euros anuales en plena pandemia y que la única salida que ve a su pésima gestión es la del despido y el empobrecimiento de las clases trabajadoras”.
La reacción de los trabajadores
Con el asesoramiento de Comisiones Obreras y USO, los trabajadores llevaron a cabo una serie de huelgas el 14 de marzo (en almacenes) y cuatro días más tarde en víspera del Día del Padre en tiendas.
Durante el presente mes los trabajadores han secundado la huelga los días 13,16 y 20 con un alto nivel de adhesión a todos los niveles.
Las negociaciones
La última huelga del pasado miércoles, coincidía con el fin de las reuniones entre los agentes sindicales y la empresa. A pesar de la reticencia de Douglas y tras duras negociaciones, los sindicatos y los representantes de la empresa llegaron a un principio de acuerdo que, no obstante, será sometido a votación el próximo sábado a través de asambleas virtuales y por correo electrónico.
En este sentido, Rolando Cano confirma a Diario16 que “no se pactó con la empresa un mínimo de participación para que el acuerdo quede firme y sea vinculante”. No obstante, insiste que en los tres anteriores ERES “llegó a votar más del 50 por ciento de la plantilla que aceptó las condiciones de los preacuerdos suscritos. Como asociaciones sindicales siempre intentamos llegar al acuerdo más beneficioso para los trabajadores, más cuando se parte de posiciones muy inflexibles de la empresa”
El preacuerdo
Tras el fin de las negociaciones el pasado miércoles, Diario16 ha tenido acceso al contenido del preacuerdo que será sometido a votación entre la plantilla, como ya se indicó anteriormente, en los próximos días.
Algunos de los puntos que merecen ser destacados son los siguientes:
- Cierre de 124 tiendas (antes 136) y despido de 891 trabajadores ( de los 1.000 propuestos)
- Indemnización 32 días hasta un tope de 21 meses
- Para aquellas personas que reduzcan su jornada como consecuencia de reestructuración se abonará la jornada reducida en igual cuantía que la indemnización
- La actividad en el almacén (actualmente de lunes a viernes) se reduce pasando de 7h a 23h a 7h a 18h pudiendo modificarse los horarios y hacerlos extensibles a 21 fines de semana previamente notificados. Para el trabajo en fines de semana (14 al año más 6 festivos) se recurrirá; en primer lugar, a voluntarios a los que se abonarán como horas extras. En el caso de que no haya voluntarios irán trabajadores/as a los que se les modificará la jornada pero percibirá 5€ por cada hora de trabajo.
- El nuevo sistema de incentivos contemplara el presupuesto de venta propuesto a alcanzar por cada tienda y el nivel de facturación obtenido.
Tras la votación
En caso que el preacuerdo sea finalmente aceptado, el mediador sindical explica cuál será el criterio de la empresa a la hora de prescindir de los trabajadores. “Es una plantilla que viene sufriendo ya el cuarto ERE en muy pocos años. La incertidumbre y la inestabilidad laboral a la que les somete la empresa pueden provocar que algunos decidan marcharse de forma voluntaria. En principio, se abrirá una convocatoria para voluntarios. Puede ocurrir que haya voluntarios en tiendas que no se cierren, en cuyo caso, negociaremos la permutabilidad, es decir, que empleados de tiendas que echen el cierre puedan ocupar esa plaza. La clave estará en cuadrar número de voluntarios con la cantidad de trabajadores permutables entre tiendas”.